El texto de Génesis 6:1-4 menciona a los nefilim en un contexto intrigante, donde "los hijos de Dios" y "las hijas de los hombres" se unieron y engendraron a "hombres poderosos" o "gigantes". Este pasaje ha suscitado debates teológicos y académicos, pues combina elementos históricos, espirituales y, en opinión de algunos, mitológicos.
Categoría: Teología
Pentecostés, o la democratización de los dones del Espíritu
En Números 11:29, Moisés nos comparte un deseo profundo: "¡Ojalá todo el pueblo del Señor fuera profeta, que el Señor pusiera su Espíritu sobre ellos!" En ese contexto, dos hombres, Eldad y Medad, habían recibido el Espíritu de Dios y profetizaban en el campamento, lo que preocupó a Josué. Sin embargo, Moisés, lejos de verlo como algo negativo, expresó su anhelo de que todos los israelitas pudieran experimentar la presencia y el poder del Espíritu de Dios. Para nosotros, ese ideal de Moisés refleja el anhelo de una comunidad carismática, donde todos podamos ser partícipes del Espíritu divino (Números 11:29). Este deseo de Moisés es la anticipación del sueño de Dios para su pueblo: una comunidad donde todos estén capacitados por el Espíritu, y no unos pocos privilegiados.
Escatología Propia | El premilenarismo Histórico-Clásico o Apostólico
El premilenarismo histórico, además de su énfasis en un milenio literal, afecta otras creencias escatológicas en varias formas significativas. Este sistema de pensamiento no solo influye en la visión del reinado futuro de Cristo, sino que también moldea las creencias sobre la resurrección, el juicio final, y la restauración de Israel.
Introducción al estudio de la Escatología | ¿Qué es la Escatología?
La escatología es una rama de la teología que estudia los eventos finales de la historia, así como el destino último de la humanidad según la doctrina cristiana. Este término proviene del griego "ἔσχατος" (éskatos), que significa "último" o "final", y "λόγος" (lógos), que significa "discurso" o "estudio". Al centrase en el estudio de los eventos finales de la historia y el destino último de la humanidad, la escatología abarca por necesidad una amplia gama de temas, desde la muerte y el estado intermedio hasta la segunda venida de Cristo, la resurrección de los muertos y el juicio final.
¿Es incorrecto orarle al Espíritu Santo?
A menudo escuchamos a predicadores afirmar que nuestras oraciones solo deben ser dirigidas a Dios el Padre en el nombre de Jesús. Afirman además que es incorrecto e inapropiado orarle a Jesús y, mucho menos, al Espíritu Santo. Aunque se oye inocente, y para algunos quizá suene hasta bíblico, lo cierto es que esconde una herejía peligrosa: la negación de la coigualdad de cada uno de los miembros de la Trinidad. Como si de 3 dioses de diferente rango se tratase. La pregunta importante aquí es: ¿Qué dice la Biblia al respecto?
¿Reemplazo o continuación? Pablo y el nuevo Israel en la epístola a los Romanos
En la epístola de los Romanos, se conceptualiza la Iglesia como el "nuevo Israel". Sin embargo, es crucial destacar que esta terminología no implica en modo alguno la suplantación de Israel por parte de la iglesia, sino más bien la continuidad del Israel restaurado en Cristo. Bajo esta óptica, Cristo emerge como el genuino Hijo de Dios y la verdadera simiente de Abraham, Isaac y Jacob (la simiente de la promesa), a través del cual se llevan a cabo todos los designios divinos para Israel y la totalidad de la creación.
La Guerra Espiritual en el Nuevo Testamento: Los Evangelios
Las narrativas que describen a Jesús expulsando demonios de individuos destacan su plena autoridad sobre el mundo espiritual en rebelión contra Dios. Es necesario distinguir entre las acciones de Jesús al expulsar demonios y lo que se practicaba comúnmente en esa época (y en algunos círculos hasta el presente) bajo el término "exorcismo". El verbo griego ἐξορκίζω (exorkizo) tiene el significado de "hacer jurar" o "obligar a prestar juramento" (se encuentra únicamente en la Septuaginta en Gn 24:3 y Jueces 17:2, y en el Nuevo Testamento en Mt 26:63). El sustantivo griego ἐξορκιστής (exorkistés), que denota a un "exorcista", solo aparece en Hechos 19:13, en donde algunos judíos que recorrían haciendo exorcismos intentaron invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que estaban poseídos por espíritus malignos, diciendo: 'Os conjuro por Jesús, a quien predica Pablo'.
Bienaventurados los pacificadores
Solo Jesús tiene el poder de poner fin a este conflicto constante y restaurar la paz. Como se menciona en Efesios 2:14, "Él es nuestra paz". Jesús se sumergió en el conflicto al aceptar ser golpeado por la vara de la justicia divina que nos perseguía (Ef. 2:13–17; Col. 1:20). En Cristo, Dios mismo reconcilió el mundo consigo mismo, estableciendo la paz y proclamando la amnistía; transformando al rebelde arrepentido en una criatura de paz (2 Co. 5:17–21). Por esta razón, todo creyente justificado experimenta paz con Dios (Ro. 5:1). La paz de Dios, que supera todo entendimiento, puede custodiar el corazón y la mente del creyente en Cristo Jesús (Fil. 4:7). Experimenta alegría y bienestar, descansando y durmiendo en paz (Sal. 4:8).
Las Bodas del Cordero
Las bodas del Cordero en el libro del Apocalipsis reúnen numerosos símbolos bíblicos y culturales de bodas y fiestas nupciales que retratan las bendiciones de la comunión íntima, gozosa y eterna del creyente con Cristo, que comienza al concluir la historia. Al hablarnos de las bodas del Cordero, Juan de Patmos se remite sobre todo a las profecías del Antiguo Testamento sobre la boda de Dios con su pueblo Israel en los últimos tiempos
Prestigio humano, grados académicos y verdadera autoridad espiritual
Muchos hoy fundamentan su autoridad en sus títulos y grados académicos: licenciaturas en teología, maestrías y doctorados. Estudiar está bien ¡Ojalá todo cristiano fuese un erudito! ¡Pero los demonios no salen cuando les recitas tu tesis de grado, ni te obedecen por tener 2 licenciaturas, 3 maestrías o 4 doctorados! ¡Les importa poco si citas a Juan Calvino, Jonathan Edwards, Spurgeon, a Wesley, Arminio, a Molina o a los puritanos! ¡Para ellos eso es irrelevante! Sólo hay algo que ellos respetan, y es la autoridad de Dios, impartida por el Espíritu Santo en el creyente.