Muerte, Vida Cristiana, VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE, Vida Espiritual

Just Thinking | Sin prisa para morir

Todos queremos llegar a nuestro destino, menos cuando la vida se nos va. ¡Salvo que estemos seguros de a dónde vamos! ¡Esa es la clave! Porque la Biblia dice que cuando recibimos al Señor Jesús en nuestra vida, la muerte ya no existe para nosotros. Ese proceso es solamente un instante, un momento: Dios tiene en sus manos nuestra vida cundo nuestros días terminan aquí, de tal manera que estamos seguros de que seguiremos viviendo en un cuerpo transformado: “Pondré en vosotros mi aliento de vida y reviviréis” (Ezequiel 37:14). Dice el Señor por medio del profeta.

Aborto, Feminismo, Vida Cristiana

¿Qué dice la Biblia acerca del aborto?

El aborto es y seguirá siendo un asunto grave. Se trata de algo indeseable que, aunque en ocasiones se presente con tonalidades liberadoras, en el fondo lleva casi siempre un equipaje amargo de angustia, opresión, injusticia y soledad. Los estudios sociológicos confirman que el número de abortos tiende a aumentar en aquellos países donde tal práctica está liberalizada. Cada vez más sociedades occidentales liberalizan la práctica del aborto.

Devocional, REFLEXIÓN BÍBLICA, Vida Cristiana, Vida Espiritual

Dios está en control

El fin de mis días está dentro del decreto soberano de Dios. Me gusta pensar que Dios, el perfecto escritor de mi vida, ya escribió “el fin”. Él ya lo sabe. No le es un misterio. Puedo confiar que cuando venga mi hora, será cuando Dios lo haya designado, no antes ni después.

Devocional, REFLEXIÓN BÍBLICA, Vida Cristiana

La muerte no es el fin

Llegará el día "cuando lo corruptible se revista de lo incorruptible, y lo mortal, de inmortalidad, entonces se cumplirá lo que está escrito: «La muerte ha sido devorada por la victoria». «¿Dónde está, oh muerte, tu victoria? ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón?»" (1 Corintios 15:54-55, NVI). Es la gratitud, no el temor, quien rige ahora la vida del cristiano. Es la esperanza, y no la ansiedad ni la desesperación, la que gobierna ahora nuestra vida: "Pues Dios nos salvó y nos llamó a una vida santa, no por nuestras propias obras, sino por su propia determinación y gracia. Nos concedió este favor en Cristo Jesús antes del comienzo del tiempo; y ahora lo ha revelado con la venida de nuestro Salvador Cristo Jesús, quien destruyó la muerte y sacó a la luz la vida incorruptible mediante el evangelio" (2 Timoteo 1:9-10, NVI).