El estudioso honesto de la Biblia debe reconocer la presencia constante, de hecho, dominante, y en todo el Nuevo Testamento de los dones espirituales. A partir de Pentecostés, y continuando a lo largo del libro de los Hechos, siempre que el Espíritu se derrama sobre los nuevos creyentes, ellos experimentan su charismata. No hay nada que indique que estos fenómenos se limitan a ese grupo y a ese momento. Esto parece ser algo extendido y común en la iglesia del Nuevo Testamento. Cristianos de Roma (Romanos 12), Corinto (1 Corintios 12-14), Samaria (Hechos 8), Cesarea (Hechos 10), Antioquía (Hechos 13), Éfeso (Hechos 19), Tesalónica (1 Tesalonicenses 5), y Galacia (Gálatas 3) experimentaron los dones milagrosos y de revelación. Es difícil imaginar cómo los autores del Nuevo Testamento podrían haber hablado más claramente acerca de cómo debe lucir el cristianismo bíblico. En otras palabras, la evidencia apunta en contra del cesacionismo.
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Kundalini y experiencia pentecostal (Parte II)
Afirmamos categóricamente que la kundalini y el bautismo o llenura del Espíritu Santo no son, ni remotamente, la misma cosa. Esto lo sabe muy bien cualquier creyente pentecostal que ha experimentado personalmente dicha bendición espiritual. Sin embargo, debemos admitir que no todo lo que ocurre en algunas iglesias que se identifican como pentecostales o carismáticas puede ser atribuido a la obra divina del Espíritu Santo. Hemos sido testigos de aberraciones aisladas de comportamiento y de doctrina entre los que se autoidentifican como pentecostales o carismáticos, principalmente en movimientos pseudocristianos como la Nueva Reforma Apostólica, la Confesión Positiva, el Evangelio de la Prosperidad, el dominionismo y muchas otras herejías.
Herejías | El Evangelio de la Prosperidad
La teología de prosperidad, a veces llamada evangelio de la prosperidad, es una creencia religiosa compartida por algunos cristianos, quienes sostienen que la bendición financiera y el bienestar físico son siempre la voluntad de Dios para con ellos, y que la fe, el discurso positivo y las donaciones a causas religiosas aumentarán la riqueza material propia. En pocas palabras, este egocéntrico «evangelio de la prosperidad» enseña que Dios quiere que los creyentes estén físicamente sanos, sean materialmente ricos y personalmente felices. Los maestros del evangelio de la prosperidad animan a sus seguidores a orar e incluso a demandar a Dios un florecimiento material.
Herejías | La Nueva Reforma Apostólica
La Nueva Reforma Apostólica (NRA) es uno de los movimientos más grandes, más amplios y más poderosos dentro del cristianismo de hoy, pero vuela en gran parte bajo el radar. Incluso los involucrados a menudo no entienden el movimiento en la medida en que incluso puede negar que son parte de ella. Esta confusión se debe al hecho de que NRA no tiene membresía oficial o incluso liderazgo. Más bien, la NRA es una coalición de cristianos, organizaciones e iglesias pentecostales y carismáticos que están unidos por un entendimiento particular e interpretación de ciertas partes de la Escritura. Manifiestan un total desprecio por las opiniones contrarias, las que más bien les resultan “evidencias” de su autenticidad como genuinos representantes del “nuevo mover de Dios” en la iglesia contemporánea. Proponen con agresividad sus modelos de Igle-crecimiento y sus novedosas interpretaciones de antiguas doctrinas del cristianismo histórico. Sostienen que la autoridad bíblica (la Palabra escrita) tiene que estar siempre supeditada a la autoridad de la viva y “dinámica”, Palabra de Dios dada a conocer por la presente actividad del Espíritu mismo. La subordinación de la Escritura a la autoridad del Espíritu Santo, también se ilustra por la aceptación en este movimiento de la validez del don de profecía en la vida de la iglesia contemporánea. De acuerdo con los seguidores de este movimiento, Dios habla hoy con tanta autoridad, como hablaba a los autores bíblicos. Este es un entendimiento existencial de la Palabra de Dios. De acuerdo con esto, sus seguidores creen que el canon bíblico no está cerrado, de modo que la Palabra de Dios escrita no es la autoridad final. Ellos creen que Dios da hoy a la iglesia revelación adicional y que esta nueva revelación es tan autoritativa o aún más autoritativa que la Biblia misma. En este sentido, no están muy lejos de sectas como los mormones, los seguidores de Moon, la Ciencia Cristiana o cualquier otro grupo heterodoxo que añade su propia revelación a la Palabra de Dios.
Verdades Distorsionadas | Guerra Espiritual.
Los cristianos estamos en guerra. No cabe duda: hay una batalla, pero no es contra sangre ni carne (Efesios 6:2). Nuestro enemigo no es visible a nosotros, por lo que no podemos simplemente observar su accionar. Pero Dios sí conoce los planes y las acciones de Satanás y sus demonios, por lo que la única forma de batallar es dependiendo totalmente en Él. Desafortunadamente, Satanás ha creado fortalezas en la mente de los cristianos sobre cómo batallar, lo que ha llevado a estrategias inefectivas y enfoques erróneos. Las Escrituras autentifican la realidad del mundo espiritual, incluyendo a los ángeles (amigos) y a los demonios (enemigos). Sin embargo, a los cristianos occidentales, incluyendo a los evangélicos y pentecostales, no les resulta fácil explicar y referirse a esta dimensión transempírica de la realidad.
Herejías | Arrebatarle cosas al diablo
Los cristianos no debemos “arrebatarle” cosas al diablo, ya que en ninguna parte de la Biblia se nos ordena hablar o discutir con él. La Biblia nos enseña: “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.” (Santiago 4:7). Sin embargo, muchos cristianos le han asignado a Satanás un papel y un poder mucho mayor del que la Biblia le asigna. Esto les lleva a vivir decretando y declarando cosas, culpando a Satanás de todos sus males, accidentes, necesidades, enfermedades y pecados, como si el diablo fuera omnipotente u omnipresente, o como si pudiera sobrepasar el permiso y la soberanía divina. Muchos equivocadamente piensan que el diablo les ha robado cosas que Dios les ha dado, y que tienen que luchar espiritualmente para recuperarlo.
Herejías | Las maldiciones generacionales
La frase “maldición generacional” o cualquier otra frase similar nunca aparece en las Escrituras, no se encuentra en ninguno de los Testamentos. Esto en sí no es suficiente para desechar la enseñanza como no bíblica. No obstante, el hecho que la frase maldición generacional no se encuentre en las Escrituras debería alertar a los creyentes con criterio sobre la necesidad de ser cuidadosos en este asunto. Debe haber pruebas convincentes cuando se estudia todo el consejo de Dios. Ciertamente, la Biblia parece hacer mención de las llamadas "maldiciones generacionales" en ciertos pasajes (Éxodo 20:5; 34:7; Números 14:18; Deuteronomio 5:9). Y muchos han sabido usar tales versículos para sostener la enseñanza errónea de que Dios castiga a los hijos por los pecados de sus padres. Tal afirmación no es verdadera. Aunque es cierto que los efectos del pecado pueden transmitirse de una generación a la siguiente (la Caída de Adán es un ejemplo de ello, pues sus efectos y consecuencias arrastraron a todos sus descendientes con él), esto no implica una sentencia irrevocable. La lógica nos enseña que cuando un padre tiene un estilo de vida pecaminoso, sus hijos son propensos a tener el mismo estilo de vida pecaminoso también; es decir, copian los mismos patrones de conducta pecaminosa. Es por ello que muchos hijos terminan cometiendo los mismos pecados que sus antepasados y pagando las mismas consecuencias.