Al explorar las raíces de la teología pentecostal, el artículo sostiene que es una simplificación excesiva entender el pentecostalismo como una extensión lineal del movimiento de avivamiento wesleyano de santidad del siglo XIX. Junto a otras influencias, como el fundamentalismo y la teología de Keswick, se argumenta que el movimiento pentecostal moderno tiene una deuda considerable con la tradición reformada. Este punto de vista se fundamenta invocando la teología de Juan Calvino, Theodore Frelinghuysen, Jonathan Edwards, Edward Irving, Charles G. Finney y Abraham Kuyper. Sin embargo, un tema central con respecto a la teología reformada sigue siendo el cesacionismo, un punto de vista que se debate en este artículo siguiendo los trabajos de Jon Ruthven.
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La fe salvadora: un don otorgado por Dios y un acto de la voluntad liberada del hombre
La fe salvadora, cuando se entiende bíblicamente, es el medio por el cual recibimos el regalo de la gracia de Dios, la cual nos permite alcanzar la salvación (Ef. 2:8, 9; Rom. 4:16; 5:1, 2). La fe es tanto un don otorgado por Dios como un acto de la voluntad liberada del hombre a través de la gracia previniente. Para los arminianos, la fe es la forma en que llegamos a estar en unión con Cristo (Efesios 1:13; 2:17). Esta implica una completa confianza en los méritos de la sangre de Cristo (Rom. 3:25) y apartar la mirada del yo, y del esfuerzo propio, hacia la persona y el sacrificio de Jesucristo (Jn. 3:14, 15; 6:40). Esta es la fe en sentido bíblico.
Calvinismo, esclavitud humana y otros males
Sí, el Evangelio es un hogar espiritual y un refugio de igualdad y respeto para todos los seres humanos: esclavos y libres, varones y mujeres, judíos y gentiles, todos sin distinción. O por lo menos debería serlo… Tristemente, la historia evidencia una serie de abusos y violaciones cometidas contra las minorías por parte de aquellos que se hacen llamar cristianos. Sin embargo, es claro que el problema no reside en el Evangelio, sino en la forma en que algunos tuercen las Escrituras o interpretan las mismas a su conveniencia y para perdición de ellos mismos y el mal de sus semejantes. Nuestra doctrina define la forma en que vemos al mundo, la forma en que interpretamos la realidad y hasta cómo tratamos a nuestro prójimo. Más allá de la soteriología, el calvinismo y el arminianismo se diferencian incluso en estas áreas.
Soteriología Arminiana: ¿Monergista o sinergista?
Más allá de los monos de paja levantados por los calvinistas en contra del arminianismo, la teología arminiana, entendida correctamente, enseña que la salvación es monergista. Sí, leíste bien: Monergista. ¿por qué? Porque la salvación es del Señor y sólo de Él (Salmos 3:8, 62:1). Sólo Dios regenera el alma que está muerta en pecado. Sólo Dios perdona y justifica por los méritos de la sangre de Cristo. Sólo Dios nos hace santos y justos. En todas estas formas, la salvación es enteramente monergista.
Arminianismo e inerrancia bíblica: ¿Son incompatibles?
Los arminianos (y particularmente los pentecostales) creemos que la Biblia no es invención humana. Creemos que el Dios personal de la creación, la redención y la consumación, quería de tal manera comunicarse con su pueblo que eligió darse a conocer a través de la Biblia. Él supervisó la trasmisión escrita de esa actividad reveladora de una manera tan poderosa que podemos confiar en ella plenamente. Esto, sin embargo, en ninguna manera si hizo anulando el albedrío, la voluntad o la personalidad de los escribas humanos.
Por qué creo que todos los niños que mueren antes de alcanzar la edad de responsabilidad son salvos
Todos los niños que mueran antes de ser moralmente responsables–sí o sí- irán al cielo. Debido a que tales seres no han llegado a la edad de responsabilidad personal ante Dios, los niños no pecan “conscientemente” y, por lo tanto, no pueden ser condenados, siendo herederos de la vida eterna. No obstante, los niños caen de tal estado de gracia el día que pecan de forma consciente y voluntaria por primera vez. Y a partir de aquel momento, necesitan creer en el evangelio para volver a alcanzar la salvación que antes disfrutaban en su estado de inocencia (a esta escuela se adhieren mayormente los arminianos).
He descubierto la verdad: ¡Dios es calvinista! ¡El calvinismo es el Evangelio!
Aunque hoy en día se alabe todo aquello que huela a la Reforma del s. XVI, no en ella puede ser catalogado como "bueno", independientemente de su aceptación por ciertas "élites protestantes." Esto es justamente lo que ocurre con el calvinismo. Hoy, sin embargo, en una época donde la falsa tolerancia y el pseudo-ecumenismo predominan, nadie tiene el valor de decir lo que realmente se piensa interiormente o se nota a leguas... nadie se atreve a llamar herejía a lo que es herejía. Afortunadamente, no todos han mostrada la misma ambigüedad.
Max Weber, calvinismo, capitalismo y evangelio de la prosperidad
Del lado calvinista los esfuerzos por desvincular su teología y culpar a otros (particularmente arminianos y pentecostales) por el surgimiento de este falso Evangelio de la Prosperidad ha llegado a niveles desesperantes. Incluso al uso de falacias, medias verdades y distorsión de la historia.
Prestigio humano, grados académicos y verdadera autoridad espiritual
Muchos hoy fundamentan su autoridad en sus títulos y grados académicos: licenciaturas en teología, maestrías y doctorados. Estudiar está bien ¡Ojalá todo cristiano fuese un erudito! ¡Pero los demonios no salen cuando les recitas tu tesis de grado, ni te obedecen por tener 2 licenciaturas, 3 maestrías o 4 doctorados! ¡Les importa poco si citas a Juan Calvino, Jonathan Edwards, Spurgeon, a Wesley, Arminio, a Molina o a los puritanos! ¡Para ellos eso es irrelevante! Sólo hay algo que ellos respetan, y es la autoridad de Dios, impartida por el Espíritu Santo en el creyente.
Diferencias entre el Arminianismo Clásico y otros Arminianismos | Satisfacción Penal Vs. Teoría Gubernamental
A pesar de sus obvias similitudes existen también importantes diferencias entre los arminianos reformados y los otros arminianos. La más importante de ellas es la que concierne al significado de la Expiación de Cristo y al modo en que ésta se aplica […] Los arminianos reformados sostienen una idea de la Expiación basada en la satisfacción penal y en la imputación a los creyentes de la perfecta obediencia de Cristo. Esta imputación es la única base de su Justificación ante un Dios santo. La entrada a esta posición legal ante Dios es por la fe. Por ello, son únicamente justificados por los méritos de la justicia y la muerte de Cristo que Dios pone por Gracia en la cuenta de quienes confían en Él.