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Continuismo, cesacionismo y el final largo de Marcos (Mc. 16:9-20)

Por Fernando E. Alvarado

¿Sabias que algunos de los manuscritos más antiguos no incluyen Marcos 16:9-20? Por tal razón, muchas traducciones recientes de la Biblia ya no lo incluyen en el texto. Esto ha dado lugar a que los defensores del cesacionismo impugnen dicho pasaje y utilicen tal impugnación para considerar heréticas ciertas afirmaciones pentecostales. ¿De qué se trata todo esto?

Marcos 16:9-20 es lo que llamamos una variante textual, que consiste en una palabra distinta o una alteración de las palabras en dependencia de cuáles manuscritos se están utilizando. En el Nuevo Testamento, tenemos aproximadamente 400,000 variantes en griego. En la mayoría de los casos, una variante consiste en algo tan pequeño como un cambio (o error) de ortografía. No obstante, Marcos 16:9-20 es el segundo texto en disputa más largo de todo el Nuevo Testamento.

El final más largo del Evangelio de Marcos que está en disputa no aparece en los dos manuscritos más antiguos de la Biblia: el codex Vaticanus (B) y el codex Sinaiticus (א). Muchos de los manuscritos latinos, sirios, georgianos, y armenios también terminan en Marcos 16:8. Pero eso no es todo. Eusebio, el historiador de la iglesia que nació aproximadamente en el año 260 d. C., afirmó que las copias más exactas y “casi todas las copias” del Evangelio de Marcos terminan en Marcos 16:8. Jerónimo señala igualmente que los versos de Marcos 16:9-20 no se encontraban en la mayoría de los manuscritos disponibles durante su vida. Esto ha llevado a muchos teólogos, principalmente aquellos con inclinaciones al cesacionismo, a afirmar que “los Padres Antenicenos” (los escritos antiguos hasta el año 325 d. C.) creían que el final del Evangelio de Marcos debe situarse en el 16:8 y no en 16:20. Con ello pretenden negar la validez de las alegaciones continuistas sobre la vigencia de los dones carismáticos como el don de lenguas, las sanidades y la liberación (exorcismos).

Algunos incluso señalan que Marcos 16:9-20 debe ser rechazado ya que enseña doctrinas erróneas. Josh Buice, pastor de Pray’s Mill en Douglasville, Georgia, escribió en un artículo para TGC lo siguiente:

«El final más largo de Marcos contiene además algunas doctrinas preocupantes, que no están en armonía con el contexto más amplio del Nuevo Testamento. En particular, hay cuatro doctrinas extrañas que surgen de Marcos 16:9-20 y que se deben considerar como incompatibles con la edad apostólica y los dones milagrosos del Nuevo Testamento: 1. Regeneración bautismal; 2. Manipulación de serpientes; 3. Beber veneno; 4. Curar por imposición de manos sobre los enfermos.» [1]

¿Son legítimas las afirmaciones de Buice o son meros pretextos para rechazar el continuismo? Pues todo apunta a la segunda opción. Para empezar:

(1- Marcos 16:9-20 no enseña la regeneración bautismal. La salvación es por gracia, por medio de la fe en Jesús solamente. Marcos 16:16 nos recuerda nada más que la fe nunca está sola. La verdadera fe requiere lealtad, y la lealtad trae consigo la obediencia. Si la persona rehusa creer, es claro que no va a obedecer los mandamientos del Señor, incluyendo el bautismo en agua. Por eso no fue necesario que Jesús dijera que el que no creyere y no fuere bautizado, será condenado, sino simplemente que el que no creyere sería condenado. Tampoco fue necesario que Jesús dijera que el que no creyere y no se arrepintiere ni confesare su fe en él, será condenado. Si la persona no cree en Jesucristo, no va a hacer nada para ser salvo. Hay muchas maneras de ilustrar el punto: por ej., “El que recibiere la medicina del doctor y la tomare, sanará, pero el que no la recibiere, morirá”. Preguntemos: ¿Es necesario decir que el que no recibiere la medicina del doctor y no la tomare, morirá? Si no la recibe, morirá, porque no la tendrá para tomarla y vivir. Sencillamente, la fe que no actúa no salva (Stg 2:24). ¿Cómo puede alguien decir que es salvo cuando en rebeldía se rehúsa a obedecer un mandamiento directo del Señor Jesucristo como lo es el bautismo? Antes bien, el salvo deseará agradarle en todo. Y eso incluye ser bautizado lo más pronto que pueda para dar testimonio público de su fe genuina, de su compromiso con el Señor y de su lealtad al reino de Dios. [2]

(2.- Marcos 16:9-20 no enseña ni ordena la manipulación de serpientes como parte de la praxis cristiana. No nos manda a manipular serpientes como evidencia de la fe, ni nos dice que los verdaderos cristianos tienen tal práctica en su liturgia o que debe ser considerada evidencia de llenura del Espíritu o aprobación divina. Nos dice simplemente que Dios tiene el poder de librarnos en medio de tales circunstancias si esto sirve a sus planes y en su soberanía así lo decretase. Tal fue el caso de Pablo en Hechos 28:1-6.

«Una vez a salvo en la costa, nos enteramos de que estábamos en la isla de Malta. La gente de la isla fue muy amable con nosotros. Hacía frío y llovía, entonces encendieron una fogata en la orilla para recibirnos. Mientras Pablo juntaba una brazada de leña y la echaba en el fuego, una serpiente venenosa que huía del calor lo mordió en la mano. Los habitantes de la isla, al ver la serpiente colgando de su mano, se decían unos a otros: «¡Sin duda este es un asesino! Aunque se salvó del mar, la justicia no le permitirá vivir»; pero Pablo se sacudió la serpiente en el fuego y no sufrió ningún daño. La gente esperaba que él se hinchara o que cayera muerto de repente; pero después de esperar y esperar y ver que estaba ileso, cambiaron de opinión y llegaron a la conclusión de que Pablo era un dios.» (Hechos 28:1-6, NTV)

Afirmar que Marcos 16:9-20 prescribe la manipulación de serpientes como parte necesaria de la praxis cristiana, no solo es absurdo, sino deshonesto. Hechos 28:1-6, por el contrario, nos demuestra que lo dicho en Marcos es correcto: Dios puede darnos el poder para sobrevivir incluso el veneno de las serpientes si así él lo determina conveniente a sus propósitos. Resulta interesante notar que Hch 28:1-6 concuerda con lo dicho en Marcos 16:18. Lucas 10:19 enseña exactamente la misma cosa:

«Miren, les he dado autoridad sobre todos los poderes del enemigo; pueden caminar entre serpientes y escorpiones y aplastarlos. Nada les hará daño.» (Lucas 10:19; NTV)

¿Cómo puede afirmar alguien que lo dicho en Marcos 16:18 no concuerda, o peor aún contradice, el resto del Nuevo Testamento? Afirmar tal cosa solo podría ser ignorancia o malicia. Ahora bien,la idea no es de celebrar reuniones en qué tomar serpientes en las manos, sin sufrir daño, solamente para impresionar a audiencias (como algunos fanáticos que osan tentar a Dios hacen para exhibirse). Es más bien una promesa de protección ofrecida de parte de Cristo en situaciones extremas, y que en tal evento el suceso serviría de señal a quienes fueran testigos de ello de que Jesús estaba con sus discípulos.

(3.- Marcos 16:9-20 no nos ordena beber veneno para probar la legitimidad de nuestra fe o nuestro poder espiritual o aprobación ante Dios. En una nota sobre Marcos 16:18, la Biblia de Estudio Vida Plena nos dice: «Tomar serpientes en la mano o beber veneno no se debe convertir en un rito ni en una “prueba divina” u “ordalía” a fin de probar la espiritualidad de uno. Esas son promesas dadas a los creyentes que encuentran tales peligros en su servicio a Cristo. Es pecado poner a prueba a Dios al arriesgarse a persecuciones o peligros innecesarios (Mat 4:5-7; Mat 10:23; Mat 24:16-18). El pasaje no dice que beberán cosa mortífera. Dice, ‘si bebieren cosa mortífera’. No bebían cosa mortífera sencillamente para probar algo.» [3]

Sin duda los apóstoles y muchos otros de entre los primeros cristianos tendrían enemigos que buscarían sus vidas (por ej., Hch 9:23) y entre otros medios de lograr la muerte de uno ellos podrían usar el veneno. Pero, bebiendo ellos cosa mortífera, no les haría daño. Si bien no hay caso de esto registrado en el Nuevo Testamento, 2 Reyes 4:39-41 nos muestra que tal idea no tiene nada de extraña. Dios probó en el pasado su poder para librar a sus siervos del efecto de las sustancias venenosas. Si lo hizo antes ¿por qué no podría hacerlo ahora con sus discípulos en el siglo XXI? El testimonio de numerosos misioneros, pastores y líderes cristianos alrededor del mundo sin duda corroboraría con su propia experiencia lo dicho en Marcos 16:18.

(4- Marcos 16:9-20 sí afirma que los creyentes podrían curar por imposición de manos sobre los enfermos. Pero ¿qué tiene esto de antibíblico? Vemos algunos casos de esto en Hch 3:7; Hch 5:16; Hch 9:40; Hch 20:10; Hch 28:8.

Por todo lo anterior podemos decir que quienes niegan la validez doctrinal de Marcos 16:9-20 lo hacen por pura ignorancia o plena malicia en su intento por desacreditar las afirmaciones de pentecostales y otros continuistas.

Pero ¿Acaso no omiten los manuscritos antiguos la versión largo de Marcos? Eso no es del todo cierto. De hecho, la supuesta evidencia en contra del final largo de Marcos no es tan «contundente ni abrumadora como quisieran hacernos creer. Cuando miramos los manuscritos del Evangelio de Marcos que han sobrevivido hasta hoy, más del 99 por ciento contienen Marcos 16:9-20. Esto no solo incluye más de 1600 manuscritos griegos, sino también la mayoría de los manuscritos con traducciones tempranas de Marcos. Además, alrededor del 180 d.C., Ireneo citó inequívocamente Marcos 16:19 como Escritura en Contra las herejías (3.10.6). Justino Martir y Taciano probablemente también conocían los versículos a comienzos del siglo II. Es innegable que Marcos 16:9-20 fue considerado parte del Evangelio de Marcos por muchos cristianos desde temprano.

Sí, es cierto que Eusebio creía que Marcos 16:9-20 no formaban parte del texto original del Evangelio de Marcos. También es cierto que el trabajo de Eusebio fue repetido por Jerónimo (alrededor del 347-419 d.C.) y también por Severo de Antioquía (alrededor del 465-534 d.C.). Aparte de Eusebio, también Hesiquio de Jerusalén (siglo V), afirmó que las “copias más exactas” de Marcos también finalizaban en el 16:8.

Por otro lado, Víctor de Antioquía, en el siglo VI, aunque admitió que la mayoría de las copias que conocía no contenían Marcos 16:9-20, afirmó también (al contrario de Eusebio), que las copias “editadas más cuidadosamente” contenían estos versículos y, como resultado, añadió los versículos 16:9-20 a su compilación del Evangelio. ¿Cómo podemos explicar opiniones tan contradictorias de cristianos tan sinceros en sus afirmaciones?

En primer lugar, no debemos pasar por alto que en el proceso de copia, las omisiones eran más probables que las adiciones, pero las omisiones con frecuencia son cortas, a menudo accidentales. Es por eso que resulta improbable que alguien olvidara accidentalmente incluir un pasaje tan largo como Marcos 16:9-20. Hay otro aspecto, sin embargo, que debe ser tenido en cuenta: un editor posterior del Evangelio de Marcos, muy probablemente alguien con autoridad apostólica sobre la iglesia (pues de lo contrario hubiese sido rechazado), sin duda encontró necesario agregar un final largo a Marcos. Pensémoslo bien: Sin los versículos 16:9-20, hay una tumba vacía, pero ¿dónde está Jesús? Las mujeres que se fueron de la tumba no eran las únicas preocupadas por ser dejadas en suspenso. El editor apostólico del Evangelio de Marcos sin duda también deseaba dar una explicación al respecto. Si bien es obvio que Marcos no es el autor del final largo de Marcos (esto no te diría nada anormal, y halla un precedente en el final de Deuteronomio, el cual seguramente no fue escrito por Moisés), sin duda fue escrito por un testigo ocular de la ascensión. Los versículos, sin duda, son de fecha temprana y han sido considerados parte de las Escrituras a lo largo de la iglesia desde al menos el siglo II. [4].

Consideremos también lo siguiente:

«Una de las versiones más antiguas de la Biblia está escrita en siríaco, esta versión es conocida hoy como la Peshitta. Después de la versión Septuaginta, la Peshitta es la traducción del Antiguo Testamento más antigua de la que tenemos referencia. Esta versión fue traducida al idioma siríaco entre el siglo I y II d.C. El nombre ‘Peshitta’ es una palabra del idioma sirio que literalmente quiere decir ‘versión simple’. Sin embargo, también es posible traducirla como ‘versión común’… La traducción se dio en la actual Irak, durante el primer siglo, precisamente cuando el cristianismo estaba empezando a expandirse. Algunas fuentes dicen que los primeros traductores eran cristianos, aunque solo tradujeron el Antiguo Testamento en ese momento, frente a la necesidad de la comunidad judía y cristiana, cuya lengua común era el arameo. Al parecer, la posterior traducción del Nuevo Testamento se dio rápidamente, y entre las traducciones antiguas del Nuevo Testamento, la traducción al siríaco fue con mucha certeza la primera que se hizo del griego a otro idioma. Algunas fuentes históricas dan pistas de que alrededor del 180 d.C, ya existían versiones siriacas del Nuevo Testamento que circulaban entre las iglesias.» [5]

¿Por qué lo anterior es relevante? Porque la Peshitta, la primera traducción que se hizo del Nuevo Testamento griego a otro idioma, incluye el final largo de Marcos. Marcos 16:9-20 en la versión Peshitta nos dice:

«Y por la mañana, en el primer día de la semana, Él resucitó. Y primeramente se apareció a Mariam magdalena, de quien había expulsado siete espíritus malignos. Entonces ella fue y lo comunicó a los que habían estado con Él, quienes se encontraban tristes y llorando. Cuando escucharon que ellas decían que Él estaba vivo y que se les había aparecido, ellos no le creyeron. Después de estas cosas, se apareció en otra forma a dos de ellos mientras caminaban hacia una aldea, y ellos fueron y se lo comunicaron a los demás, pero tampoco a ellos les creyeron. Por último se apareció a los once cuando ellos estaban sentados a la mesa, y los reprendió a causa de su poca fe y por la dureza de su corazón, porque no creyeron a los que lo habían visto resucitado. Y les dijo: Vayan por todo el mundo y proclamen mi Evangelio a toda criatura. El que crea y sea bautizado será salvo, pero el que no crea será condenado. Y estas señales seguirán a los que creen: en mi Nombre expulsarán espíritus malignos, hablarán nuevas lenguas; tomarán en sus manos serpientes, y si bebieran algún veneno mortífero no les hará daño; impondrán sus manos sobre los enfermos y sanarán. Y después de que hubo hablado nuestro Señor Jesús con ellos, ascendió al Cielo y se sentó a la diestra de Dios. Y ellos salieron, y predicaban por todas partes, y nuestro Señor los ayudaba respaldando sus palabras con las señales que hacían.» (Marcos 16:9-20, Peshitta)

Por todas las anteriores, y muchas otras razones más, yo no solo seguiré usando el final largo de Marcos 16:9-20 en mis predicaciones, sino que también seguiré considerándolo parte del texto canónico. Pero aún si el texto de Marcos 16:9-20 fuese quitado completamente de nuestras Biblias, aún así nuestra doctrina continuista, pentecostal y carismática sigue firme, ya que cuenta con amplio apoyo escritural más allá del pasaje en cuestión.

BIBLIOGRAFÍA:

[1] Josh Buice, Por qué no predicaré el final más largo de Marcos, TGC, septiembre 17, 2016. Consultado el 2 de enero de 2023. Disponible en: https://www.coalicionporelevangelio.org/articulo/por-que-no-predicare-el-final-mas-largo-de-marcos/

[2] Wayne Partain, Commentary on New Testament, Gospel Armory Publishing (23 Junio 2020).

[3] Biblia de Estudio Vida Plena, Vida; Spanish edición (6 Julio 1998).

[4] Elijah Hixson, ¿Era Marcos 16:9-20 originalmente parte del Evangelio de Marcos?, TGC, enero 8, 2021. Consultado el 2 de enero de 2023. Disponible en: https://www.coalicionporelevangelio.org/articulo/era-marcos-169-20-originalmente-parte-del-evangelio-de-marcos/

[5] Giovanny Gómez Pérez, ¿Cuál fue el origen de la PESHITTA y por qué es tan importante? BITE, noviembre 18, 2021. Consultado el 2 de enero de 2024. Disponible en: https://biteproject.com/peshitta/

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