El pentecostalismo enfrenta muchas amenazas, tanto internas como externas. Por fuera, el liberalismo teológico, la posmodernismo y su influencia sobre las nuevas generaciones, el ataque del sector neo-puritano con su distorsión de la teología reformada y su desprecio por el movimiento pentecostal, etc. Desde adentro, la amenaza neopentecostal que devora nuestras iglesias, la apatía hacia el conocimiento y la anti-intelectualidad de muchos grupos, y, claro, el viejo legalismo que, como un parásito, se enquistó en el movimiento pentecostal desde sus inicios, legalismo que, en muchos sentidos, lanza por la ventana las almas hambrientas de Dios que con entusiasmo entraron por las puertas de nuestras iglesias.
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La expansión del neopentecostalismo en Latinoamérica, una amenaza para la ortodoxia pentecostal
En función de los elementos teológicos, se ha definido el neopentecostalismo como una tradición religiosa protestante o evangélica que fusiona doctrinas pentecostales y reformadas con la llamada “teología de la prosperidad”, con especial énfasis en la sanidad, la guerra espiritual y el exorcismo.[4] El neopentecostalismo incorpora además elementos de la Nueva Era como la confesión positiva, así como la presunción de haber restaurado en su plenitud el ministerio apostólico y profético, sobre enfatizar la sanidad divina, el proselitismo mediático, la incursión en la política, la implantación de mega iglesias, el uso de la magia popular en la ministración y el exorcismo, el culto emocional, la veneración desmedida al liderazgo carismático (culto a la personalidad) y un abandono tanto del complementarismo como del igualitarismo bíblico en favor de un tipo difuso de feminismo cristiano. Estos elementos han aparecido progresivamente, a partir de la década de los 80 y pueden observarse con facilidad en el seno del protestantismo latinoamericano.
Decretos y declaraciones proféticas de año nuevo
La fe cristiana legítima cree que viene algo grande; pero ese algo grande no es ambiguo ni enigmático sino cien por ciento concreto y determinado, esto es, la venida del Señor Jesucristo. ¡Cristo viene! ¿Qué cosa más grandiosa podrías pedir? Él es la esperanza del alma creyente. Por eso, cuando alguien sube al púlpito prometiendo otra cosa que no sea la venida de Cristo (por ejemplo, un nuevo automóvil, que te ganes la lotería, un ascenso en el trabajo, una novia hermosa y sexy, felicidad, dinero, éxito ministerial, autoridad apostólica, influencia socio-política o cualquier otra cosa vaga e incierta) siempre termina santificando la avaricia, el materialismo y la codicia en nombre de la fe. En otras palabras, es teología de la prosperidad. Un evangelio barato y perverso, ajeno totalmente a la Palabra de Dios.
Profetismo moderno y ‘Sola Scriptura’
Algunos conceden validez suprema a las palabras de sus "videntes" y "profetas", dándoles el mismo y a veces mayor valor, que a la misma Biblia. Esto es una herejía destructora que expone a sus víctimas al engaño. La manera principal en la que Dios nos habla es por medio de su Palabra.
Just Thinking | La plaga de «apostolitis»
Cuando analizamos otra vez la historia de la iglesia , teniendo en cuenta el testimonio de los líderes de la iglesia que vivieron poco después de que la era del Nuevo Testamento terminara , nos encontramos con que los padres de la iglesia no se ven a sí mismos como apóstoles, sino más bien como los discípulos de los apóstoles. Ellos entendieron que los apóstoles eran únicos, y que luego de que la era apostólica concluyó, la iglesia fue gobernada por los ancianos (incluyendo pastores u obispos) y diáconos.
¿Por qué está pasando todo esto?
Lo bueno y lo malo nos pasa a todos. Dios permite los desastres naturales no porque quiera castigarnos por nuestros pecados o desee vengarse de la humanidad por su desobediencia, sino porque en su infinita sabiduría sabe que puede ayudar en su propósito de atraer almas a la vida eterna. A causa de la Caída, la naturaleza ya no tiene un orden perfecto. A pesar de que hay mucho bien en la naturaleza, también nos sobrevienen pestes, plagas y desastres como inundaciones, huracanes, terremotos y tornados. Estos sucesos no son directamente una “obra de Dios”, sino que son el resultado de la imperfección del mundo natural. Esta imperfección no viene de Dios sino del mal. Afirmar que todo lo que pasa en esta tierra es la voluntad de Dios, o que es causado por Él, es fallar a la verdad y acusar a Dios de maldad.
Las ‘fake prophecies’, un mal de moda
Los cristianos deben ser muy cautelosos con aquellos que afirman tener un "nuevo" mensaje de parte de Dios. Una cosa es decir, "anoche tuve un sueño interesante ", y otra cosa muy diferente es decir "anoche Dios me dio un sueño y debes obedecerlo". Ninguna declaración del hombre debe ser considerada igual o superior a la Palabra escrita de Dios. Debemos aferrarnos a la Palabra que Dios ya ha dado y comprometernos a Sola Scriptura – solo a la Escrituras.
¿Declaraciones proféticas de año nuevo?
La fe cristiana legítima cree que viene algo grande; pero ese algo grande no es ambiguo ni enigmático sino cien por ciento concreto y determinado, esto es, la venida del Señor Jesucristo. ¡Cristo viene! ¿Qué cosa más grandiosa podrías pedir? Él es la esperanza del alma creyente. Por eso, cuando alguien sube al púlpito prometiendo otra cosa que no sea la venida de Cristo (por ejemplo, un nuevo automóvil, que te ganes la lotería, un ascenso en el trabajo, una novia hermosa y sexy, felicidad, dinero, éxito ministerial, autoridad apostólica, influencia socio-política o cualquier otra cosa vaga e incierta) siempre termina santificando la avaricia, el materialismo y la codicia en nombre de la fe. En otras palabras, es teología de la prosperidad. Un evangelio barato y perverso, ajeno totalmente a la Palabra de Dios.
Kundalini y experiencia pentecostal (Parte I)
En su intento por desacreditar al pentecostalismo y frenar su vertiginoso crecimiento en el mundo, muchos que se hacen llamar “cristianos” no escatiman esfuerzos ni argumentos por evitar que este avance. Hoy día, pareciera estar de moda equipara la experiencia pentecostal con el esoterismo hindú. Muchas líderes y teólogos cesacionistas han llegado a equiparar el ser bautizado con el Espíritu Santo con la práctica y creencia hindú de la kundalini.
Herejías | El Evangelio de la Prosperidad
La teología de prosperidad, a veces llamada evangelio de la prosperidad, es una creencia religiosa compartida por algunos cristianos, quienes sostienen que la bendición financiera y el bienestar físico son siempre la voluntad de Dios para con ellos, y que la fe, el discurso positivo y las donaciones a causas religiosas aumentarán la riqueza material propia. En pocas palabras, este egocéntrico «evangelio de la prosperidad» enseña que Dios quiere que los creyentes estén físicamente sanos, sean materialmente ricos y personalmente felices. Los maestros del evangelio de la prosperidad animan a sus seguidores a orar e incluso a demandar a Dios un florecimiento material.