Desde el lado evangélico y protestante se van a exaltar los grandes logros [de la Reforma] que se consiguieron a partir de que aquel monje agustino clavara sus 95 tesis en la puerta de la iglesia del palacio de Wittenberg. Se realizarán conferencias, se escribirán algunos libros y muchos artículos, y la gran mayoría arrinconarán los graves errores que también se dieron en esta Reforma. En algunos casos fueron tan dramáticos que obviarlos parece más un acto de mala voluntad que de “olvido”.
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El Evangelio de la Prosperidad y sus raíces calvinistas
A lo largo de las últimas dos décadas, casi todos los pensadores y predicadores cristianos han tenido algo importante que decir sobre la Teología de la prosperidad. En el ideario de muchos protestantes, católicos y hasta personas sin religión, el mal llamado Evangelio de la prosperidad tiende a equipararse con el pentecostalismo, como si este hubiera dado vida al primero. Nada, sin embargo, está más lejos de la realidad que esto. De hecho, el Evangelio de la Prosperidad no solo puede verse en ciertos grupos pentecostales, sino que ha permeado casi cada denominación evangélica hasta la fecha. Pero, si no fueron los pentecostales los que inventaron esta herejía, entonces ¿De dónde surgió? ¿Cómo se originaron las ideas que dieron vida al Evangelio de la Prosperidad? La verdadera respuesta a esta pregunta quizá sorprenderá a muchos.
¿Qué tal si derribamos nuestros ídolos?
Se dice a menudo que los arminianos no solemos hablar mucho de Arminio ni mostramos tanto interés en su vida. Y eso es cierto en la mayoría de los casos. Se dice que defendemos la doctrina pero no hablamos del personaje, y eso está bien. ¡De hecho es excelente! Nunca debiéramos tener ídolos. Estos son inútiles y tarde o temprano se derrumban por su propio peso. Frecuentemente acusamos a los católicos de idólatras por sus imágenes (y ciertamente es idolatría), pero los protestantes también tienen sus ídolos propios (aunque se ofenderían si algo se los señalara). Aquellos que llamamos "grandes teólogos y reformadores" no necesariamente vivieron a la altura de la Palabra de Dios (nadie lo hace en realidad), ni merecen nuestra veneración ni mucho menos nuestra lealtad absoluta a sus ideas.
Calvinismo: Deformando el cristianismo histórico
¿Es el calvinismo la restauración moderna de la doctrina y prácticas de la Iglesia Primitiva? ¡Absolutamente no! Ya sea que sus defensores lo admitan o no, afirmar que el calvinismo es la misma fe enseñada por Jesús y sus apóstoles no solo es arrogante, sino una deshonestidad total. Una deshonestidad que, por cierto, muchos “cristianos reformados” están dispuestos a cometer.
La práctica del diezmo en el cristianismo
Diezmar es un asunto con el que muchos cristianos luchan y que muchos inconversos critican. Esto se debe a que en muchas iglesias se pone demasiado énfasis en diezmar. Al mismo tiempo, otras iglesias insisten en que el diezmo no está vigente en nuestra época; esto ha llevado a que muchos cristianos (incluso dentro de iglesias en las cuales se enseña el diezmo) rehúsen someterse a las exhortaciones de sus líderes acerca de hacer ofrendas al Señor o diezmar. Así, aunque ofrendar y dar de nuestros bienes para la obra de Dios está destinado a ser un gozo y una bendición, a veces no es el caso en la iglesia de hoy. Pero ¿qué enseña la Biblia al respecto? ¿en qué consistía el diezmo en la antigüedad? ¿estamos los cristianos obligados a pagar el diezmo? Dejemos que la Biblia hable por sí misma sobre este tema.
El Pentecostalismo y la Reforma de 1517
Cada 31 de octubre se conmemora un año más de la Reforma Protestante y los pentecostales somos parte de dicha celebración. Aunque tradicionalmente la figura de Lutero ha sido vinculada a las iglesias evangélicas llamadas históricas, las iglesias pentecostales también arraigan su historia en el evento que recordamos cada 31 de octubre. El mismo día que, hace un poco más de 500 años, Lutero clavó sus 95 tesis en las puertas de la iglesia de Wittenberg. Pero ¿Qué tienen que ver las iglesias pentecostales con la Reforma Protestante? ¿Somos los pentecostales verdaderamente protestantes? ¡Absolutamente sí! El pentecostalismo surgió como un movimiento de renovación dentro del cristianismo protestante. Sin embargo, no todos los protestantes estarían de acuerdo en concedernos dicho título, particularmente en el sector “reformado” o “calvinista” del protestantismo, el cual prefiere vernos como sectas heterodoxas sin conexión formal con la Reforma Protestante. Y es que el movimiento pentecostal, nacido en Estados Unidos en los primeros años del siglo XX, a pesar de su vigorosa expansión a nivel global, es a menudo rechazado por algunos protestantes históricos que rechazan su fuerte componente emotivo, la insistencia pentecostal en la comunicación directa, personal y permanente con la Divinidad y la creencia (muy propia del pentecostalismo) en la intervención milagrosa de Dios en los asuntos cotidianos.
La iglesia primitiva, una iglesia arminiana
Los cristianos primitivos no creían en la predestinación, la gracia irresistible, la elección incondicional, la expiación limitada ni la perseverancia final de los santos como lo entiende el calvinismo de hoy. A diferencia del calvinismo, los cristianos primitivos creyeron firmemente en el libre albedrío y el sinergismo evangélico enseñado por el arminianismo. Por ejemplo, Justino Mártir (n. 100 d.C. - m. 168 d.C.), uno de los primeros apologistas cristianos, propuso el siguiente argumento a los romanos: “Hemos aprendido de los profetas, y lo afirmamos nosotros, que los correctivos, los castigos y los galardones se miden conforme al mérito de los hechos de cada uno. De otra manera, si todo sucediera sólo por suerte, no hubiera nada a nuestro poder. Porque si un hombre se predestinara a lo bueno y otro a lo malo, el primero no mereciera la alabanza ni el segundo la culpa. Si los hombres no tuvieran el poder de evitar lo malo y de escoger lo bueno según su propia voluntad, no fueran responsables por sus hechos, sean buenos o malos... Porque el hombre no sería merecedor de recompensa o alabanza si él mismo no escogiera lo bueno, o si sólo fuera creado para hacer lo bueno. De igual manera, si un hombre fuera malo, no merecería el castigo, ya que él mismo no hubiera escogido lo malo, siendo él capaz de hacer sólo lo que fue creado para hacer.”
Calvinismo: Deformando el cristianismo histórico
Lo que hoy llamamos calvinismo no es más que una distorsión del cristianismo bíblico. Nunca nadie en la iglesia primitiva, ni en los siglos posteriores a la muerte de los apóstoles, creyó en lo que se conoce como los 5 puntos del calvinismo (TULIP). Tales doctrinas hubieran sido, y de hecho lo fueron, consideradas herejías. Aquel calvinista que, sinceramente y sin prejuicios, se ha tomado el tiempo de estudiar la Biblia, la historia y los textos patrísticos va a llegar a una cruda conclusión: La doctrina calvinista no solo no fue creída por la iglesia primitiva, sino explícitamente rechazada. ¿Cómo podría ocurrir esto de ser esta una doctrina verdadera? ¿Quiere decir esto que la Iglesia primitiva, y luego los cristianos de los siglos posteriores, no entendían la Biblia? Aún siglos antes del surgimiento del calvinismo, la doctrina calvinista era rechazada como herética. Y es que un estudio de los textos patrísticos de los más preeminentes padres y escritores eclesiásticos de la Iglesia, comenzando desde los discípulos directos de los apóstoles, nos enseña que la Iglesia primitiva y de siglos posteriores hubiese considerado al calvinismo una herejía peligrosa.
Calvinismo: ¿Fe reformada o herejía católica?
Las principales características de la teología de Calvino se encuentran en los escritos de Agustín hasta tal punto que muchos teólogos consideran que el Calvinismo es el desarrollo más completo del Agustinianismo. Tales declaraciones son sorprendentes ante el hecho indiscutible de que la iglesia católica tiene un mayor derecho sobre Agustín que los mismos Calvinistas. Calvino mismo dijo: “Agustín es tan integral conmigo, que si quisiera escribir una confesión de mi fe, podría hacerlo con toda plenitud y satisfacción de sus escritos”. Las enseñanzas agustinas que Calvino presentó en su Institución de la Religión Cristiana, incluyen la soberanía de Dios como la causa de todo (incluyendo el pecado), la predestinación de algunos para salvación y otros para la condenación, la elección y la reprobación, fe como un irresistible don de Dios — de hecho, todos los conceptos claves del corazón del Calvinismo. Buscamos en vano la evidencia de que alguna vez Calvino desaprobara alguna de las herejías de Agustín. Ciertamente, Juan Calvino fue parte de una larga línea de pensadores que fundamentaron su doctrina de la predestinación sobre la interpretación agustiniana de Pablo. En cada edición ampliada de sus escritos, las citas de Calvino dependen más y más de Agustín.
Dialogando con los Adventistas: Muerte, Estado Intermedio y Aniquilacionismo.
¿Posee el hombre un alma inmortal? Y si la posee ¿A dónde va el alma del hombre luego de morir? ¿Hay vida después de la muerte? ¿Qué le espera al hombre en la eternidad? ¿Existe el infierno? El hombre ha buscado la respuesta a estas interrogantes por siglos. Afortunadamente, la Palabra de Dios brinda respuestas claras y certeras a todas estas interrogantes. El adventismo, sin embargo, se distancia del cristianismo bíblico e histórico en su interpretación de estos temas.