REFLEXIÓN BÍBLICA, Vida Cristiana, Vida Espiritual

¿A qué tengo que renunciar si le entrego mi vida a Cristo?

"¿A qué tengo que renunciar?" Esta es una pregunta común que uno puede hacer al entregar su vida a Cristo. Para muchos tan sólo hacerse esta pregunta genera temor. Las personas están muy apegadas a lo que han adquirido o logrado, ¿y por qué no deberían estarlo? Se invierte mucho tiempo, energía y recursos en todo lo que obtenemos en la vida. ¿Tenemos que renunciar a todo para seguir a Cristo?

Arminianismo Clásico, Calvinismo, Vida Cristiana

La salvación no se pierde, tú la abandonas

Un verdadero creyente no puede perder su salvación. Sin embargo, ¡Un verdadero creyente puede dejar de serlo! Y es ahí donde surge el problema: 𝑺𝒊𝒏 𝒇𝒆 𝒏𝒐 𝒉𝒂𝒚 𝒔𝒂𝒍𝒗𝒂𝒄𝒊ó𝒏 (Hebreos 11:6; Juan 3:36). La Palabra nos confronta con esta dura verdad: "Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de 𝒊𝒏𝒄𝒓𝒆𝒅𝒖𝒍𝒊𝒅𝒂𝒅 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒂𝒑𝒂𝒓𝒕𝒂𝒓𝒔𝒆 𝒅𝒆𝒍 𝑫𝒊𝒐𝒔 𝒗𝒊𝒗𝒐; antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado. Porque somos hechos participantes de Cristo, 𝒄𝒐𝒏 𝒕𝒂𝒍 𝒒𝒖𝒆 𝒓𝒆𝒕𝒆𝒏𝒈𝒂𝒎𝒐𝒔 𝒇𝒊𝒓𝒎𝒆 𝒉𝒂𝒔𝒕𝒂 𝒆𝒍 𝒇𝒊𝒏 𝒏𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒂 𝒄𝒐𝒏𝒇𝒊𝒂𝒏𝒛𝒂 𝒅𝒆𝒍 𝒑𝒓𝒊𝒏𝒄𝒊𝒑𝒊𝒐" (Hebreos 3:12-14).

Juventud y Cristianismo, Ministerios Juveniles

Conocimiento bíblico y llenura del Espíritu: Lo que todo joven cristiano necesita

Por favor, escucha el corazón de los adolescentes. No tengas miedo de abordar los temas que ellos necesitan escuchar, incluso si son difíciles o no populares, incluso si van en contra de la cultura, e incluso si parece que ellos mismos no quieren escucharlos. Es mi oración que Dios te guíe, ilumine y empodere con Su Espíritu mientras conduces a estos preciosos jóvenes hasta Su presencia. Muchos de esos jóvenes que abandonan la iglesia desconocen casi por completo las verdades bíblicas. Verdades que pudieron haber salvado sus almas, transformar su corazón y mantenerlos a salvo en el casa del Padre. Desgraciadamente muchos de ellos solo recibieron un mensaje diluido, un evangelio incompleto, una formación bíblica superficial, un entrenamiento en reglas basado en “haz esto”, “no hagas aquello”. ¿No extraña entonces que hayan abandonado la iglesia? Jamás fueron confrontados realmente con la Palabra de verdad ni tuvieron un encuentro personal con Dios, mucho menos la experiencia vivificante del bautismo en el Espíritu Santo.