En el vasto tapiz de las tradiciones cristianas, la celebración de la Navidad emerge como un hito de profunda resonancia espiritual, un momento en el que la comunidad de fe se congrega para conmemorar el misterio de la Encarnación divina. Esta fiesta, que se centra en el nacimiento de Jesucristo, no solo evoca imágenes de belenes, villancicos y banquetes familiares, sino que invita a una reflexión más honda sobre el significado teológico del evento que transforma la historia humana: la llegada del Verbo hecho carne. Para los cristianos, el valor perdurable de la Navidad radica no en la precisión cronológica de una efeméride, sino en la proclamación de que Dios se ha hecho presente en la fragilidad de nuestra condición humana.
Categoría: Tradiciones
En Navidad no celebramos una fecha: Celebramos un evento ¡El mayor de todos!
Cuando celebramos nuestro cumpleaños, no estamos festejando el día preciso en que comenzamos a existir como seres humanos. La vida humana empieza en la concepción, que ocurrió aproximadamente nueve meses antes del nacimiento. Nadie celebra el “aniversario de su concepción” (ni siquiera sabemos la fecha exacta en la mayoría de los casos). Lo que celebramos es el natalicio: el día en que vinimos al mundo, el evento de nuestro nacimiento.
El árbol de Navidad: una tradición nacida en el corazón del cristianismo protestante
Cada diciembre, mientras numerosas familias cristianas colocan el árbol en la sala de sus hogares, encienden sus luces y cuelgan las bolas de colores, suele aparecer la misma pregunta incómoda por parte de alguno que otro de sus consiervos también cristianos: "¿No saben que el árbol de Navidad es una tradición pagana? ¿No es esto un resto del paganismo germánico o romano?”. Esta pregunta, a menudo formulada con una mezcla de preocupación sincera y afán correctivo, abre un viejo debate dentro del cristianismo.
Sobre el uso de pinturas y representaciones de Dios, Cristo y otros personajes bíblicos en los templos cristianos
Los judíos fieles no veneraban los grabados ni las figuras del templo, para ellos eran simples elementos decorativos, no se postraban ante ellos, ni les oraban o veneraban de forma alguna. Eran simples elementos decorativos. Tales imágenes o representaciones tuvieron fines principalmente didácticos y decorativos; y en la mente del israelita más devoto esto justificaba su uso. Jamás hubieran reaccionado de forma escandalosa por su presencia en el lugar de culto. Cabe decir que los primeros cristianos no fueron muy distintos a ellos en sus lugares de culto o incluso tumbas y otros monumentos conmemorativos.
Tres cosas que no debes olvidar esta Navidad
En estas fechas es fácil olvidar lo que se celebra. El hedonismo y el consumismo pueden nublar nuestra mente de aquello que realmente importa: la gloria de Dios, el amor al prójimo y tu testimonio cristiano.
La Navidad está incompleta sin el mensaje de la cruz
¿Por qué sucedió la Navidad? 1 Juan 3:1-10 nos ayuda a entender por qué el eterno y divino Hijo de Dios vino al mundo en forma humana. Allí se nos dice dos veces por qué sucedió la Navidad: “Ustedes saben que Jesucristo se manifestó para quitar nuestros pecados. Y Él no tiene pecado […] El Hijo de Dios fue enviado precisamente para destruir las obras del diablo” (v. 5, 8; NVI).
¿De qué trata la Navidad?
La Navidad trata de la venida de Cristo a este mundo. Trata del Hijo de Dios, quien existía desde la eternidad con el Padre, como “el resplandor de la gloria de Dios, la fiel imagen de lo que Él es” (He. 1:3 NVI).
Venid, adoremos a Cristo Jesús, el Dios Encarnado
La Navidad debe centrar toda nuestra atención sobre la excelencia de la Persona de nuestro Señor Jesucristo: ese ‘Dios-Hombre’ que por amor nos redimió en la cruz.
Navidad, Bautismo, Santa Cena y Diezmo | ¿Qué tienen en común?
Si vas a celebrar la Navidad, y si vas a colocar un árbol navideño como adorno de temporada, hazlo en paz y limpia conciencia. Al parecer, a Dios le importa menos que a algunos «cristianos» si usas o no ciertos símbolos o celebras ciertas fiestas. Él mismo tomó prestados en su Palabra algunos símbolos de pueblos extrabíblicos. Los cristianos que hoy, por ignorancia de la historia o de lo que sea, califican de paganos a sus hermanos que celebran la Navidad, harían bien en considerar que, en tal caso, no sólo deberían rechazar la Navidad, sino muchos otros ritos y creencias del cristianismo bíblico que también pueden trazar similitud con el paganismo o fueron adaptaciones de algún ritual pagano.
Mitos y teorías de conspiración anti-navidad populares entre evangélicos
"Las leyendas que afirman que la Navidad tiene orígenes paganos pertenecen a la misma categoría que los mitos que afirman que la Tierra es plana, que una raza alienígena avanzada hizo que la Tierra cobrara vida, y que Jesús y María Magdalena tuvieron un hijo juntos y la orden secreta y que controla todo el mundo "Opus Dei" tienen al descendiente escondido como el "santo grial" para cuando aparezca el anti-Cristo… Por favor, hermano Cristiano, si deseas abstenerte de todo lo relacionado con la Navidad, bien, adelante, esa es la libertad que tenemos en Cristo. Pero también, absténgase de propagar mentiras y levantar falso testimonio contra tus hermanos y hermanas en la fe, que con una conciencia limpia y un corazón puro, adoran a Cristo, el Rey, en cada Navidad." (Joshua E. Jiménez)