Arminianismo Clásico, Arminianismo Reformado, Arminianismo Wesleyano, Avivamiento Espiritual, Bautismo en el Espíritu Santo, Calvinismo, Carismatismo, Cesacionismo

Cambiando oro por «espejitos»

Se dice que durante la época de la colonización de América los nativos cambiaron el oro que poseían por espejos, telas y otros objetos que los colonizadores ofrecían y que sólo representaban una pequeña parte de lo que valían los tesoros que entregaron. Ese cambio de oro por espejos se ha repetido ahora en el siglo 21, cuando algunos incautos dentro del pueblo del Espíritu; es decir, dentro del joven movimiento pentecostal y carismático, han cambiado el oro divino y el fuego santo por vetustas y sobrevaloradas reliquias teológicas del siglo XVI. Estos nuevos "colonizadores" no vienen ahora con espadas, pero si con pasajes distorsionados de la Biblias, con falacias y malabares exegéticos, a punta de dólares americanos, poder mediático, grandes editoriales a su servicio y el abusivo escándalo de una minoría ruidosa. En nombre de Calvino, la nueva colonización busca imponerse en Latinoamérica.

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Max Weber, calvinismo, capitalismo y evangelio de la prosperidad

Del lado calvinista los esfuerzos por desvincular su teología y culpar a otros (particularmente arminianos y pentecostales) por el surgimiento de este falso Evangelio de la Prosperidad ha llegado a niveles desesperantes. Incluso al uso de falacias, medias verdades y distorsión de la historia.

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El Evangelio de la Prosperidad y sus raíces calvinistas

A lo largo de las últimas dos décadas, casi todos los pensadores y predicadores cristianos han tenido algo importante que decir sobre la Teología de la prosperidad. En el ideario de muchos protestantes, católicos y hasta personas sin religión, el mal llamado Evangelio de la prosperidad tiende a equipararse con el pentecostalismo, como si este hubiera dado vida al primero. Nada, sin embargo, está más lejos de la realidad que esto. De hecho, el Evangelio de la Prosperidad no solo puede verse en ciertos grupos pentecostales, sino que ha permeado casi cada denominación evangélica hasta la fecha. Pero, si no fueron los pentecostales los que inventaron esta herejía, entonces ¿De dónde surgió? ¿Cómo se originaron las ideas que dieron vida al Evangelio de la Prosperidad? La verdadera respuesta a esta pregunta quizá sorprenderá a muchos.