Cristología, Navidad, Tradiciones

¿Cuándo y por qué comenzaron los cristianos a celebrar la Navidad?

Por Fernando E. Alvarado

¿Cuándo y porqué empezaron los cristianos a celebrar el nacimiento de Jesús el 25 de diciembre? A finales del siglo II, había un interés considerable en determinar la fecha del nacimiento de Jesús, y Clemente de Alejandría (150-215) señaló varias propuestas diferentes, ninguna de las cuales era el 25 de diciembre. La primera mención del 25 de diciembre como el cumpleaños de Jesús proviene de un almanaque de mediados del siglo IV llamado Calendario Filocaliano. Unas décadas más tarde, alrededor del 400 d.C., Agustín indicaría que los donatistas celebraban las fiestas de Navidad el 25 de diciembre, pero se negaban a celebrar la Epifanía el 6 de enero porque pensaban que esta era una invención reciente. Ya que los donatistas (un grupo que surgió durante la persecución bajo Diocleciano en 312) se oponían obstinadamente a cualquier transigencia ante sus opresores romanos, podemos estar seguros de que no consideraban la celebración de la Navidad, o la fecha del 25 de diciembre, como pagana en su origen. Los donatistas debían estar sumergidos en alguna tradición norteafricana antigua y, por lo tanto, las primeras celebraciones navideñas (que conocemos) pueden fecharse en la segunda mitad del siglo III. Esto es mucho antes de Constantino y durante un período de tiempo en el que los cristianos intentaban evitar firmemente cualquier conexión con la religión pagana.

Hay buenas razones para pensar que el 25 de diciembre se convirtió en la fecha de Navidad debido a su conexión con la fecha (presunta) de la muerte de Jesús y la fecha de la concepción de Jesús. Alrededor del 200 d. C., Tertuliano de Cartago notó que Jesús murió el día 14 de Nisán, que era equivalente al 25 de marzo en el calendario solar romano. En el Este, hicieron sus cálculos usando el día 14 del primer mes de primavera en su calendario griego local. En el calendario romano, esto era el 6 de abril. Así que, dependiendo de a quién le preguntes, Jesús murió el 25 de marzo o el 6 de abril. Tanto en Occidente como en Oriente, se desarrolló la misma tradición de que Jesús murió en la misma fecha en que fue concebido. Un tratado cristiano anónimo del norte de África del siglo IV afirmaba que el 25 de marzo era “el día de la pasión del Señor y de su concepción. Porque en ese día fue concebido, en el mismo que sufrió”. Agustín, en La Trinidad, mencionó ese mismo cálculo. De manera similar, en Oriente, el obispo Epifanio de Salamina del siglo IV sostuvo que el 6 de abril Cristo quitó los pecados del mundo y en la misma fecha fue “encerrado en el útero sin mancha” de María. El hecho de que esta curiosa tradición existiera en dos partes diferentes del mundo sugiere que puede haber tenido sus raíces en algo más que una mera especulación. Al menos, estos primeros cristianos estaban tomando prestado de una antigua tradición judía que decía que los eventos más importantes de creación y redención ocurrieron en la misma época del año.

Desde la fecha de la muerte de Cristo, hasta la (misma) fecha de su concepción, podemos ver fácilmente de dónde podría haber venido la fecha de la Navidad. Si Jesús fue concebido el 25 de marzo, entonces la mejor fecha para celebrar su nacimiento debe ser nueve meses después, el 25 de diciembre (o, en Oriente, el 6 de enero). Si bien no podemos saber con certeza que de aquí es de donde viene el 25 de diciembre, y ciertamente no podemos ser dogmáticos sobre la historicidad de la fecha, existe una mejor evidencia antigua que sugiere que nuestra fecha de Navidad está ligada a la muerte y concepción de Cristo, en vez de las celebraciones paganas de Saturnalia y Sol Invictus como sugieren los «conspiranoicos» de la navidad. De hecho, ninguno de los padres de la iglesia (caracterizados por su aborrecimiento del paganismo y anhelo por una fe cristiana pura y sin añadidura paganas) hace referencia alguna a una supuesta conexión entre Navidad y Saturnalia o Sol Invictus en los primeros siglos de la iglesia. Tampoco hay sugerencia alguna de que el nacimiento de Jesús fue establecido en una fecha de fiestas paganas hasta el siglo XII, cuando Dionysius bar-Salibi afirmó que la Navidad se trasladó del 6 de enero al 25 de diciembre para corresponder con Sol Invictus. Siglos más tarde, los estudiosos de religiones comparadas posteriores a la Ilustración (en su intento por desprestigiar y poner en tela de juicio al cristianismo) comenzaron a difundir la idea de que los primeros cristianos modernizaron los festivales del solsticio de invierno para sus propios fines. Durante el primer milenio de la historia de la iglesia, nadie hizo esa conexión. Lastimosamente, muchos cristianos creyeron las mentiras difundidas por sus enemigos y comenzaron a atacar la celebración de la Navidad, festividad que, sin pretender ser la fecha exacta del nacimiento de Cristo, evoca el maravilloso misterio de la Encarnación del Dios Hijo. Y eso, ciertamente, ¡Es algo que vale la pena celebrar! ¿O no?

¿Deseas aprender más? Te invito a leer el artículo (en Inglés) titulado «How December 25 Became Christmas», escrito por Andrew McGowan y publicado por la Biblical Archaeology Society. Puedes acceder a dicho artículo visitando el siguiente link:

¡Feliz Navidad!

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