Cristología, Deidad de Cristo, Expiación de Cristo, Fanatismo Religioso, Herejías Cristológicas, Navidad, Tradiciones

En Navidad no celebramos una fecha: Celebramos un evento ¡El mayor de todos!

Cuando celebramos nuestro cumpleaños, no estamos festejando el día preciso en que comenzamos a existir como seres humanos. La vida humana empieza en la concepción, que ocurrió aproximadamente nueve meses antes del nacimiento. Nadie celebra el “aniversario de su concepción” (ni siquiera sabemos la fecha exacta en la mayoría de los casos). Lo que celebramos es el natalicio: el día en que vinimos al mundo, el evento de nuestro nacimiento.

Distintivos del Pentecostalismo, Herejías, Herejías Cristológicas, Hermenéutica Pentecostal, Historia del Pentecostalismo, Neopentecostalismo, Pentecostalismo, Pentecostalismo Clásico, Pentecostalismo Reformado, Pentecostalismo Unicitario, Teología Pentecostal, Teología Pentecostal de la Adoración, Trinidad, Unicidad

Las Epístolas Joaninas, evidencia en contra de la unicidad

La doctrina de la unicidad de Dios, conocida como unicitarismo o pentecostalismo unicitario, plantea que Dios es un ser único e indivisible que se manifiesta en diferentes modos (Padre, Hijo y Espíritu Santo), rechazando la distinción de personas en la Trinidad. Esta perspectiva se opone a la doctrina trinitaria tradicional, que sostiene la existencia de un solo Dios en tres personas distintas, coeternas y consustanciales. En este contexto, las epístolas joaninas (1, 2 y 3 Juan) emergen como textos clave en la teología cristiana, ya que abordan cuestiones cristológicas y teológicas fundamentales que han sido objeto de debate entre estas posturas. Las cartas joaninas no solo combaten las herejías cristológicas de su tiempo, como el docetismo y el gnosticismo, sino que también ofrecen una defensa robusta de una sana cristología y del trinitarismo, enfatizando la deidad y humanidad de Cristo, así como la relación dinámica entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

Distintivos del Pentecostalismo, Herejías, Herejías Cristológicas, Hermenéutica Pentecostal, Historia del Pentecostalismo, Neopentecostalismo, Pentecostalismo, Pentecostalismo Clásico, Pentecostalismo Reformado, Pentecostalismo Unicitario, Teología Pentecostal, Teología Pentecostal de la Adoración, Trinidad, Unicidad

La Trinidad en las epístolas petrinas: Un baluarte contra la herejía unicitaria

La doctrina de la Trinidad, pilar fundamental del cristianismo histórico, articula la creencia en un solo Dios en tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Según el Credo Atanasiano, “adoramos a un solo Dios en Trinidad y a la Trinidad en unidad, sin confundir las personas ni dividir la sustancia divina”. Cada persona es plenamente divina, coigual y coeterna, compartiendo una sola esencia, poder y eternidad. El Padre no es creado ni procede; el Hijo es eternamente engendrado del Padre; y el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo. Esta formulación no implica tres dioses, sino un solo Dios en una unidad indivisible, donde la distinción personal coexiste con la unidad esencial, sin subordinación ontológica. Esta concepción, lejos de ser una invención arbitraria, se fundamenta en un riguroso análisis exegético de las Escrituras, que proporciona la base para su precisión teológica

Cristología, Deidad de Cristo, Distintivos del Pentecostalismo, Herejías, Herejías Cristológicas, Hermenéutica Pentecostal, Historia del Pentecostalismo, Neopentecostalismo, Pentecostalismo, Pentecostalismo Clásico, Pentecostalismo Reformado, Pentecostalismo Unicitario, Teología Pentecostal, Teología Pentecostal de la Adoración, Trinidad, Unicidad

Rechazo de la Unicidad en la Epístola de Santiago: Evidencias internas de Proto-Trinitarismo

La Epístola de Santiago, tradicionalmente atribuida a Santiago el Justo, hermano de Jesús, constituye un texto singular dentro del corpus del Nuevo Testamento, caracterizado por su énfasis en la praxis ética y la vivencia concreta de la fe. A primera vista, su enfoque práctico podría sugerir una aparente ausencia de una teología trinitaria explícita, en contraste con otros escritos neotestamentarios de corte más doctrinal. No obstante, un análisis exegético riguroso revela la presencia de evidencias internas que, de manera implícita pero significativa, reflejan una comprensión trinitaria coherente con el desarrollo teológico del cristianismo primitivo.

Cristología, Deidad de Cristo, Distintivos del Pentecostalismo, Herejías, Herejías Cristológicas, Hermenéutica Pentecostal, Historia del Pentecostalismo, Neopentecostalismo, Pentecostalismo, Pentecostalismo Clásico, Pentecostalismo Reformado, Pentecostalismo Unicitario, Teología Pentecostal, Teología Pentecostal de la Adoración, Trinidad, Unicidad

El misterio de la Trinidad en la epístola a los Hebreos: Evidencia irrefutable en contra de la unicidad

La doctrina trinitaria, con su afirmación audaz y sublime de un solo Dios en tres personas coiguales, coeternas y distintas—Padre, Hijo y Espíritu Santo—, constituye el corazón pulsante de la teología cristiana ortodoxa, un misterio que ilumina la complejidad relacional de la deidad. En contraste, la unicidad, con su visión modalista y empobrecida, reduce a Dios a una sola persona que se manifiesta en roles cambiantes, despojando a la deidad de su profundidad interpersonal y dinamismo eterno. La Epístola a los Hebreos, una obra maestra de teología y retórica, emerge como un campo de batalla donde el trinitarismo brilla con claridad deslumbrante, mientras que la unicidad se desmorona bajo el peso de sus incoherencias lógicas y exegéticas. Su énfasis en la deidad de Cristo, la distinción entre el Padre y el Hijo, y la función del Espíritu Santo proporciona un arsenal de pasajes que desafían cualquier visión que reduzca la deidad a una unidad indivisible sin distinciones personales.

Cristología, Deidad de Cristo, Distintivos del Pentecostalismo, Herejías, Herejías Cristológicas, Hermenéutica Pentecostal, Historia del Pentecostalismo, Neopentecostalismo, Pentecostalismo, Pentecostalismo Clásico, Pentecostalismo Reformado, Pentecostalismo Unicitario, Teología Pentecostal, Teología Pentecostal de la Adoración, Trinidad, Unicidad

La doctrina trinitaria en las epístolas paulinas y su rechazo a la unicidad

La doctrina trinitaria, que afirma un solo Dios en tres personas distintas —Padre, Hijo y Espíritu Santo—, encuentra en las epístolas paulinas un desarrollo teológico que claramente distingue entre las personas divinas mientras mantiene la unidad esencial de la Deidad. Pablo no presenta a Dios como una sola persona que adopta diferentes modos o roles, como sostiene la teología de la unicidad, sino que establece una relación eterna y funcional entre el Padre, el Hijo y el Espíritu. Su lenguaje refleja una interacción entre personas diferenciadas, no una mera sucesión de manifestaciones temporales. La consistencia con la que Pablo habla del Padre como origen, del Hijo como agente de redención y del Espíritu como presencia activa en los creyentes demuestra una comprensión plural de la naturaleza divina, incompatible con el modalismo.

Cristología, Deidad de Cristo, Distintivos del Pentecostalismo, Herejías, Herejías Cristológicas, Hermenéutica Pentecostal, Historia del Pentecostalismo, Neopentecostalismo, Pentecostalismo, Pentecostalismo Clásico, Pentecostalismo Reformado, Pentecostalismo Unicitario, Teología Pentecostal, Teología Pentecostal de la Adoración, Trinidad, Unicidad

Pluralidad de Personas Divinas en Daniel 7 y el Judaísmo Antiguo (la teología de los dos poderes en oposición al unicitarismo)

El debate teológico entre el trinitarismo y el unicitarismo ha marcado profundamente la historia del pensamiento cristiano, centrándose en cómo interpretar la naturaleza de Dios en las Escrituras. Mientras el trinitarismo afirma la existencia de tres personas distintas —Padre, Hijo y Espíritu Santo— dentro de la unicidad divina, el unicitarismo sostiene que Dios es una sola persona que se manifiesta en diferentes modos, negando cualquier distinción personal. Esta controversia encuentra un punto crítico en textos bíblicos como Daniel 7:9-14, donde la visión del Anciano de Días y el Hijo del Hombre revela una clara diferenciación entre dos figuras divinas que comparten atributos y adoración divina, desafiando directamente las premisas del unicitarismo. La teología de los "dos poderes en el cielo", desarrollada en el judaísmo del Segundo Templo y reflejada en este pasaje, ofrece un marco histórico y exegético que no solo ilumina la pluralidad divina en el monoteísmo bíblico, sino que también proporciona un fundamento crucial para la doctrina trinitaria.

Distintivos del Pentecostalismo, Herejías, Herejías Cristológicas, Hermenéutica Pentecostal, Historia del Pentecostalismo, Neopentecostalismo, Pentecostalismo, Pentecostalismo Clásico, Pentecostalismo Reformado, Pentecostalismo Unicitario, Teología Pentecostal, Teología Pentecostal de la Adoración, Trinidad, Unicidad

De Sabelio a Bernard: la persistencia del modalismo y sus contradicciones en el pentecostalismo unicitario

En los albores de la Iglesia antigua, el Unitarismo, también conocido como Monarquianismo, emergió como un desafío teológico que, con celo monoteísta, buscaba salvaguardar la unidad absoluta de Dios frente a la naciente doctrina trinitaria. Entre los siglos II y III, este movimiento se bifurcó en dos corrientes: el monarquianismo dinámico, que reducía a Jesús a un hombre adoptado por Dios, y el monarquianismo modalista, defendido por figuras como Noeto de Esmirna, Práxeas y Sabelio, que concebía al Padre, Hijo y Espíritu Santo como meras manifestaciones sucesivas de un único Dios, negando cualquier distinción real entre ellos (Kelly, 2006). Esta postura, conocida como patripasianismo cuando sugería que el Padre sufría en la cruz, fue vigorosamente refutada por teólogos como Tertuliano e Hipólito, y definitivamente condenada en los concilios de Nicea (325) y Constantinopla (381), que consolidaron la ortodoxia trinitaria (Ayres, 2004). Sin embargo, las brasas del modalismo no se extinguieron; sus ecos resuenan en reinterpretaciones modernas, como el pentecostalismo unicitario, que, aunque maquillado con sofismas bíblicos, perpetúa las falacias de sus predecesores, adaptándolas a un contexto contemporáneo sin escapar del estigma de la herejía.

Distintivos del Pentecostalismo, Herejías, Herejías Cristológicas, Hermenéutica Pentecostal, Historia del Pentecostalismo, Neopentecostalismo, Pentecostalismo, Pentecostalismo Clásico, Pentecostalismo Reformado, Pentecostalismo Unicitario, Teología Pentecostal, Teología Pentecostal de la Adoración, Unicidad

El Evangelio de Juan: Una refutación del unicitarismo

La doctrina unicitaria, promovida por grupos como heréticos como la Iglesia Pentecostal Unida, el Movimiento de la Fe en Jesús y otros similares, sostiene que Dios es una sola persona que se manifiesta en diferentes modos o roles (Padre, Hijo y Espíritu Santo), negando la distinción de personas dentro de la Trinidad. Esta perspectiva, conocida también como modalismo o sabelianismo, choca con la enseñanza histórica del cristianismo, que afirma la existencia de un solo Dios en tres personas distintas y coeternas.

Distintivos del Pentecostalismo, Herejías, Herejías Cristológicas, Hermenéutica Pentecostal, Heterodoxia Cristiana, Historia del Pentecostalismo, Modalismo, Neopentecostalismo, Nueva Reforma Apostólica, Pentecostalismo, Pentecostalismo Clásico, Sabelianismo, Trinidad, Unicidad

Lisney de Font, Ministerios Ebenezer y la herejía de la cuadridimensión de Dios

La llamada "Cuadridimensión de Dios" es una doctrina heterodoxa promovida por los Ministerios Eben Ezer, así por otros grupos heréticos adscritos al movimiento de la Nueva Reforma Apostólica y el neopentecostalismo. Esta herejía, que cuenta ya con ya varias décadas de existencia, propone una estructura cuaternaria de la Divinidad, añadiendo un cuarto elemento a la Trinidad cristiana tradicional (Padre, Hijo y Espíritu Santo). Aunque sus defensores no siempre explicitan quién o qué constituye esta "cuarta dimensión", todo parece apuntar a un principio cósmico adicional (similar a concepciones esotéricas o gnósticas).