Por Fernando E. Alvarado
Con la llegada de los evangélicos en la década de 1890 a Centroamérica, nuestra cultura fue enriquecida. Hoy día aproximadamente el 50% de la población profesa el protestantismo en El Salvador. Tras años de vivir en las sombras, ignorados, marginados y a veces perseguidos, el 30 de octubre de 2013 la Asamblea Legislativa de El Salvador hizo justicia al pueblo evangélico al decretar que cada 31 de Octubre se celebre oficialmente el Día de la Iglesia Evangélica Salvadoreña, uniéndose a nivel mundial a celebrar simultáneamente el Día de la Reforma Protestante.

LA LUZ DEL EVANGELIO BRILLA EN EL SALVADOR
La obra evangélica en El Salvador comenzó en el año de 1893, con la llegada al país, del primer colportor (distribuidor de Biblias) y predicador, el Reverendo Francisco G. Penzotti, representante de la Sociedad Bíblica Americana. A él se le uniría en 1896 Samuel A. Purdie, misionero de la Sociedad de los Amigos (Cuáqueros). Juntos sentaron las bases para que, desde 1897, la organización no confesional Misión Centro Americana continuara con el trabajo de evangelización del cual todos, como protestantes, fuimos beneficiados hasta hoy en día. En 1910 la Sociedad Bautista de misiones domésticas envió a su representante, el señor Dr. Lemuel C. Barnes a evaluar el trabajo misionero que hacían las Sociedades Bíblicas. Barnes tenía además el propósito de cooperar en el establecimiento de la obra Bautista en El Salvador.
Nuevas denominaciones protestantes se unirían pronto a la proclamación del Evangelio de Cristo. Paralelamente al avivamiento de calle Azuza en Los Ángeles, California en 1906; Frederick Ernest Mebius,[1] misionero pentecostal canadiense (considerado el Padre del Pentecostalismo Salvadoreño) lideró el avivamiento pentecostal en el cantón Las Lomas de San Marcelino, Santa Ana, El Salvador. Dicho lugar es considerado “el aposento Alto Salvadoreño”.[2] Este avivamiento pentecostal duró alrededor de 20 años, surgiendo nuevos liderazgos y naciendo en su seno las Asambleas de Dios (1930), las Iglesias de Dios (1945), la Iglesia Apóstoles y Profetas de El Salvador y otras iglesias pentecostales de menor tamaño (1927). El avivamiento pronto se extendió a toda Centroamérica.[3]
¿POR QUÉ CELEBRAR EL DÍA DE LA REFORMA Y EL DÍA NACIONAL DE LA IGLESIA EVANGÉLICA EN EL SALVADOR?
El Día de la Reforma es el día en que la luz del Evangelio prorrumpió de las tinieblas. Fue el día en que comenzó la Reforma protestante. Fue un día que llevó a Martín Lutero y a otros reformadores a ayudar a la Iglesia a encontrar su camino de regreso a la Palabra de Dios como la única autoridad para la fe y la vida y a guiar a la Iglesia de regreso a las gloriosas doctrinas de la justificación por la gracia sola a través de la fe sola en Cristo solo. Este día encendió el fuego de los esfuerzos misioneros, motivó la composición de himnos y el canto congregacional y promovió la centralidad del sermón y la predicación para el pueblo de Dios. Es la celebración de una transformación teológica, eclesiástica y cultural. Es por eso que celebramos el Día de la Reforma. Este día nos recuerda que nuestro deber, nuestra obligación de mantener la luz del Evangelio en el centro de todo lo que hacemos, aún sigue vigente.
Como salvadoreños y evangélicos, también recordamos en este día histórico en el que la Iglesia Evangélica Salvadoreña se agenció un triunfo sin precedentes cuando la Asamblea Legislativa de nuestro país reconoció de forma pública, su presencia numérica, peso político e impacto social y religioso entre la población salvadoreña. Previamente, la Asamblea Legislativa de El Salvador, en el artículo 1 del Decreto Legislativo No. 514, de fecha 17 de octubre del año dos mil trece, había declarado el 28 de octubre para dicha celebración. Sin embargo, dicho artículo fue reformado a petición de varios ministros evangélicos que presentaron la iniciativa para cambiar la fecha al 31 de octubre de cada año. Dicha iniciativa fue liderada por el Lic. Oscar Durán, Decano de la Facultad de Teología de la Universidad Cristiana de las Asambleas de Dios de El Salvador, el Lic. Hugo Ramírez, capellán de la Universidad Evangélica de El Salvador, la Alianza Evangélica Salvadoreña y ministros de las denominaciones históricas del país. Con el cambio de fecha se buscaba coincidir con muchas iglesias en diferentes partes del mundo, que celebran el 31 de octubre como «Día de la Reforma Protestante».
El Decreto Nº 514, que convirtió el 31 de octubre de cada año en el Día Nacional de la Iglesia Evangélica Salvadoreña, dice:
LA ASAMBLEA LEGISLATIVA DE LA REPUBLICA DE EL SALVADOR, CONSIDERANDO:
I.- Que de conformidad al artículo 3 de la Constitución de la República, todas las personas son iguales ante la ley. Para el goce de los derechos civiles no podrán establecerse restricciones que se basen en diferencias de nacionalidad, raza o religión.
II.- Que de acuerdo al artículo 25 de la Carta Magna, el Estado garantiza el libre ejercicio de todas las religiones, sin más límite que el trazado por la moral y el orden público.
III.- Que según datos históricos los inicios de la iglesia evangélica se remontan al año 1886, que es cuando llegaron al territorio nacional los primeros misioneros, como Samuel Purdie, a quien se le considera el pionero y fundador de lo que hoy se conoce como iglesia evangélica en todas las denominaciones que existen a nivel nacional.
IV.- Que según una investigación realizada a nivel nacional en diciembre de 2009, por la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) el 38% de la población salvadoreña, profesa la religión evangélica y según datos de la misma, se espera que para el año 2013 este porcentaje se incremente a 45%, y esto se debe a que la iglesia evangélica, goza de confianza y de credibilidad por parte de la población, ya que sus aportes no solo se han limitado a lo religioso sino también a lo político, económico y sobre todo a lo social.
POR TANTO,
En uso de sus facultades constitucionales…
DECRETA:
Art. 1.- DECLÁRASE EL 31 DE OCTUBRE DE CADA AÑO COMO “DIA NACIONAL DE LA IGLESIA EVANGELICA SALVADOREÑA”.
Art. 2.- El presente Decreto entrará en vigencia ocho días después de su publicación en el Diario Oficial.
DADO EN EL SALON AZUL DEL PALACIO LEGISLATIVO: San Salvador, a los diecisiete días del mes de octubre del año dos mil trece.[4]
CELEBREMOS NUESTRO LEGADO
Hoy, con gratitud y “orgullo santo”, los cristianos evangélicos salvadoreños celebramos no sólo el Día de la Reforma Protestante, sino también el Día Nacional de la Iglesia Evangélica. Cada día somos más los herederos de la Reforma. El movimiento protestante en El Salvador (principalmente en su expresión pentecostal), constituye al presente un auténtico paradigma de crecimiento a seguir en otros países latinoamericanos. Actualmente casi 3 millones de salvadoreños son protestantes evangélicos en alguna de sus muchas expresiones, lo que representa un equilibrio importante en relación al catolicismo que, tradicionalmente, había sido mayoritario. Hoy por hoy, somos alrededor del 50% de la población salvadoreña y, en algunos departamentos y municipios, incluso mucho más. ¡Celebremos con gozo el avance del Evangelio en nuestra nación!
El sueño de nuestros antepasados espirituales se ha cumplido, pero esperanza de un crecimiento aún mayor todavía resuena en nuestros corazones:
“Sed valientes vosotros los cristianos
Trabajando en la obra celestial
Vuestros esfuerzos alcanzaran victoria
La bandera jamás habéis de arriar.”
“Algún día veremos oh hermanos
Coronado nuestro magno ideal
Esparcida por toda nuestra patria
La gran obra cristiana celestial.”
“Es inútil que nos tiendan barreras
Las legiones que ordenó Satán
Correremos con gozo la carrera
Con Cristo el insigne general»
“Ni una lágrima empaña las pupilas
Ni una queja vuestra voz apagará
Lucharemos con todo entusiasmo
Guerreando contra huestes de Satán”
“Adelante valientes congregados
Preparándonos para el día final
Trayendo a Cristo las almas perdidas
Triunfaremos en la excelsa Canaán”
(Sed Valientes, Himnos Inspirados, CEAD)
El pueblo evangélico salvadoreño, a poco más de cinco siglos de ocurrido el evento que inició la Reforma Protestante, y a más de un siglo de la llegada del Evangelio a El Salvador, proclama, junto a los reformadores y pioneros de antaño: ¡Sola Scriptura! ¡Sola fide! ¡Sola Gratia! ¡Solus Christus! ¡Soli Deo Gloria! Y en esta, la Era del Espíritu Santo, añadimos la sola olvidada pero redescubierta de la Reforma: ¡Solus Spiritus!

REFERENCIAS:
[1] Federico Ernesto Mebius nació en 1869, en Victoria, Canadá. Falleció hablando en lenguas en 1945, en la ciudad de Santa Tecla, El Salvador.
[2] Enrique Barillas, “Federico Ernesto Mebius, Padre del pentecostalismo Centroamericano” (2014), Amazon Digital Services LLC.
[3] Enrique Barillas, Así Llegó el Pentecostés: Un Capítulo en la Historia de El Salvador (2014), Amazon Digital Services, LLC.
[4] DECRETO Nº 514 DE LA ASAMBLEA LEGISLATIVA DE LA REPUBLICA DE EL SALVADOR. Disponible en: https://www.asamblea.gob.sv/sites/default/files/documents/decretos/171117_073413253_archivo_documento_legislativo.pdf
Buenas noches desde Chile. También nos unimos a esta celebración,acá se decreto el día de las Iglesias Evangélicas y Protestantes el año 2008.
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