La profecía ha desempeñado un papel central en la revelación divina a lo largo de las Escrituras, sirviendo como un medio a través del cual Dios comunica su voluntad a la humanidad. En el Antiguo Testamento, los profetas fueron figuras fundamentales, llamados por Dios para advertir, guiar y consolar al pueblo de Israel. Su función no solo incluía predecir eventos futuros, sino también interpretar la Ley y exhortar al arrepentimiento, siendo portadores de mensajes específicos para situaciones concretas de la historia de Israel (Isaías 1:10-17, Jeremías 7:1-7). Los profetas eran intérpretes del pacto de Dios con Israel, denunciando la injusticia y el pecado mientras anunciaban la misericordia y el juicio divino.
Categoría: Falsas Profecías
Las ‘fake prophecies’, un mal de moda
Los cristianos deben ser muy cautelosos con aquellos que afirman tener un "nuevo" mensaje de parte de Dios. Una cosa es decir, "anoche tuve un sueño interesante ", y otra cosa muy diferente es decir "anoche Dios me dio un sueño y debes obedecerlo". Ninguna declaración del hombre debe ser considerada igual o superior a la Palabra escrita de Dios. Debemos aferrarnos a la Palabra que Dios ya ha dado y comprometernos a Sola Scriptura – solo a la Escrituras.