Hay doctrinas que nadie se atreve a llamar herejía pero que, ciertamente, lo son. La expiación limitada es una de esas doctrinas. Dicha enseñanza sostiene que Cristo murió solo por los elegidos, es decir, por aquellos que Dios predestinó para ser salvos, y no por toda la humanidad. Pero ¿Por qué deberíamos considerar dicha enseñanza como una herejía? Hay por lo menos 3 razones principales: (1) es antibíblica; (2) es cruel e injusta y (3) es diabólica en sus consecuencias.
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La Expiación Ilimitada en el arminianismo: Un Dios de amor para todos
La doctrina de la expiación ilimitada, central en el pensamiento arminiano, sostiene que la muerte de Cristo en la cruz fue suficiente y eficaz para todos los seres humanos, no solo para un grupo selecto. Esta postura subraya el amor de Dios y su deseo de salvación para toda la humanidad. La Remonstrancia de 1610, un documento clave para la tradición arminiana, sostiene firmemente la doctrina de la expiación ilimitada, en clara oposición a la enseñanza calvinista de la expiación limitada. El segundo artículo de la Remonstrancia establece que Cristo murió por todos los seres humanos, lo que implica que la oferta de salvación es universal, aunque condicionada a la fe. Esta enseñanza refleja la creencia de que el sacrificio de Cristo fue hecho por toda la humanidad, pero solo aquellos que creen y perseveran en la fe recibirán los beneficios de esa redención.
Por qué la Biblia nos obliga a rechazar la expiación limitada
La doctrina de la expiación limitada, enseña que Cristo efectivamente redime de cada pueblo “solo a aquellos que fueron elegidos desde la eternidad para salvación”. En el calvinismo, la muerte de Cristo fue para todos en lo que respecta a la suficiencia de la satisfacción que Él logró, pero no en lo que respecta a su aplicación. En otras palabras, la muerte de Cristo fue suficiente para expiar los pecados del mundo entero, pero la voluntad de Dios fue redimir efectivamente a aquellos y solo a aquellos que fueron elegidos desde la eternidad, y dados a Cristo por el Padre. A menudo el término “redención particular” se usa como sinónimo de “expiación limitada”, porque busca dejar claro que Jesús no murió en lugar de cada pecador en la tierra, sino por su propio pueblo y por nadie más, limitando así el alcance del amor y la misericordia divinas. La pregunta es: ¿Apoya la Biblia la doctrina de la Expiación limitada o redención particular?