Entre los propósitos y los usos de las lenguas en el libro de los Hechos se incluyen la comunicación con Dios; el testimonio ante las personas presentes; la facilitación de una señal para que los discípulos supieran que habían recibido al Espíritu Santo; el testimonio a favor del ministerio de los discípulos, y la seguridad de la presencia y el poder de Dios. En lo que se insiste es en el Espíritu Santo como el don, y no en los dones espirituales que distribuye el Espíritu.