Se dice a menudo que los arminianos no solemos hablar mucho de Arminio ni mostramos tanto interés en su vida. Y eso es cierto en la mayoría de los casos. Se dice que defendemos la doctrina pero no hablamos del personaje, y eso está bien. ¡De hecho es excelente! Nunca debiéramos tener ídolos. Estos son inútiles y tarde o temprano se derrumban por su propio peso. Frecuentemente acusamos a los católicos de idólatras por sus imágenes (y ciertamente es idolatría), pero los protestantes también tienen sus ídolos propios (aunque se ofenderían si algo se los señalara). Aquellos que llamamos "grandes teólogos y reformadores" no necesariamente vivieron a la altura de la Palabra de Dios (nadie lo hace en realidad), ni merecen nuestra veneración ni mucho menos nuestra lealtad absoluta a sus ideas.
Categoría: Iglesias Reformadas
Sacramentos u ordenanzas pentecostales
Cristo instituyó dos ritos o ceremonias que debían observar sus seguidores: el bautismo, un rito único de iniciación (Mateo 28:19; Gálatas 3:27) y la Santa Cena, un rito memorial constante (1 Corintios 11:23–26). Algunas denominaciones cristianas los llaman “sacramentos” (católicos, luteranos, anglicanos, reformados, etc.), la iglesia ortodoxa oriental los llama “misterios” y los evangélicos y otros protestantes que consideran que estas dos palabras tienen connotaciones negativas los llaman “ordenanzas”. Las Escrituras, sin embargo, no tienen ninguna palabra para la categoría que forman estos dos ritos. En las Iglesias pentecostales estos dos ritos reciben el nombre de "ordenanzas", no sacramentos, pues no se cree (a diferencia de católicos y reformados) que se reciba alguna gracia especial a través de ellos. En la tradición pentecostal se practican dos ordenanzas: El Bautismo en agua (que se realiza siempre por inmersión) y la Santa Cena (o Cena del Señor). Sin embargo, algunas iglesias pentecostales y anabaptistas practican también el lavatorio de pies como parte de la Cena del Señor.