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Rituales de Liberación: Cuando la experiencia se convierte en doctrina

Ante la vasta evidencia bíblica que afirma la imposibilidad de que el creyente sea poseído por demonios, quienes defienden dicha creencia apelan frecuentemente a la “práctica pastoral”, es decir, a la experiencia en el campo ministerial, a sus vivencias y testimonios propios y de ajenos para corroborar su punto de vista. Aunque no despreciamos la experiencia ni minimizamos su valor, la experiencia no es base para formular doctrina. La experiencia se sujeta a la enseñanza bíblica, no al revés.

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La imposibilidad de la posesión demoníaca en el creyente

El Nuevo Testamento muestra creyentes oprimidos (2 Corintios 12:7; Efesios 6:12), pero nunca poseídos. La armadura de Dios (Efesios 6:10-18) es para resistir, no para expulsar demonios del interior. Casos como el de Saúl (1 Samuel 16:14) o Judas (Juan 13:27) corresponden a individuos en estado de apostasía personal total, no de creyentes en estado de gracia. Esto nos obliga a concluir, bíblicamente, que el creyente regenerado, sellado por el Espíritu Santo y unido a Cristo, no puede ser poseído por demonios. Esta verdad no minimiza la realidad de la guerra espiritual, pero afirma la soberanía de Dios sobre su pueblo. La Escritura nos ofrece la plena certeza de que, unidos a Él, estamos seguros: “El que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo” (Filipenses 1:6).

Antropología Bíblica, Depravación Total, Legalismo, Naturaleza Humana, REFLEXIÓN BÍBLICA

Deja tu orgullo: ¡No eres tan bueno como crees!

Necesitamos día a día mirarnos a nosotros mismos en el espejo de la Palabra y ser confrontados por ella. Ella nos revelará nuestra naturaleza pecaminosa, la maldad detrás incluso de nuestras mejores intenciones y hasta de nuestras motivaciones para servir al Señor. La Palabra expondrá nuestro pecado, pero no solo eso. Ella es poderosa para transformarno.