Por Fernando E. Alvarado
Antes que sigas leyendo…
Mi amado hermano… Debo advertirte que quizá me odies después de esto, pero es algo que debe decirse. Al igual que Amós me siento impulsado a decir que «no soy profeta profesional ni fui entrenado para serlo. No soy más que un pastor de ovejas» (Amós 7:14, NTV). Sin embargo, esto es lo que Dios ha hablado a mi corazón. Si es para ti recíbelo, si no lo es, déjalo pasar y que llegue a su verdadero destinatario.
Muchos religiosos afirman que Dios está usando el COVID-19 para darle una lección al mundo. Sin embargo, yo veo otra cosa que muchos pasan por alto. Como la mayoría de cristianos, también creo que Dios en su amor está exhortando al mundo a venir a Él. El dolor y la enfermedad son el megáfono de Dios para hacerse oír en un mundo de sordos. Pero el COVID-19 es también la manera en que Dios está juzgando a Su iglesia y depurándola de las herejías que por mucho tiempo se han adherido como costras a las vestiduras de Su pueblo escogido.
¿Sería justo creer que Dios va a juzgar la soberbia del mundo, sin humillar primero la soberbia de su propio pueblo? La Palabra dice:
«Es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si comienza por nosotros primero, ¿cuál será el fin de los que no obedecen al evangelio de Dios?» (1 Pedro 4:17, LBLA).
Por mucho tiempo nosotros, los cristianos evangélicos, hemos dado que hablar al mundo. Por nuestra causa el Evangelio ha sido vituperado entre los inconversos. Nuestra falsa piedad, nuestra religiosidad farisea, nuestro constante presumir de superioridad moral. Nuestras mitologías escatológicas y reglas humanas. Todo ha contribuido a que el mundo se sienta hastiado de nosotros. Como dice la Escritura:
«No en vano está escrito: «El mundo ofende a Dios por culpa de ustedes».» (Romanos 2:24, NBV).
Sí, es cierto, Jesús dijo que el mundo nos aborrecería (Juan 15:18-21), pero una cosa es ser aborrecido por causa de Cristo, y otra muy diferente es ser aborrecidos por nuestro espíritu altanero y arrogante. ¿Haz notado cuando religioso evangélico presume de superioridad ante el mundo? ¿Qué tal algunos ejemplos? Muchos dicen: «el mal no nos tocará a nosotros», «somos santos, estamos cubiertos por la sangre de Cristo», «este azote es para los pecadores, no para nosotros». ¿Acaso somos mejores que ellos? ¡Para nada! Solo pecamos de manera diferente. Quizá a ti y a mi nos haga falta recordar algo:
«El Señor no te eligió ni te demostró su amor porque fueras una nación más grande que las demás. Al contrario, eras la más insignificante de todas las naciones.» (Deuteronomio 7:7, NBV)
Y hablando de soberbia ¿Dónde están los súper apóstoles del neopentecostalismo? ¿Dónde están los superhéroes de la confesión positiva? ¿Por qué no oigo declarar y decretar a nadie ahora? ¿Dónde están los poderosos que pueden atar y desatar todo espíritu inmundo y toda enfermedad? ¿Por qué no declararan y decretan que el coronavirus desaparezca? ¿Por qué no atan la plaga? ¿No es más bien el COVID-19 el que ha detenido sus eventos y atado su arrogancia? ¿Por qué callan ahora? ¿O es que están pensando en la próxima mentira para justificar su incapacidad y falta de poder? ¡Ya basta! ¿Por qué no mejor reconocen que son un fraude y se arrepienten? ¿Por qué no mejor admiten que solo buscan el dinero de sus fieles y cambian de vida? Aquellos que predican el falso Evangelio de la Prosperidad, ¿Qué harán si la pobreza y la enfermedad les alcanza? ¿Dirán que Dios ha fallado? ¿O seguirán con su necedad despreciando la autoridad, siendo «atrevidos y obstinados», sin temor del castigo que vendrá sobre ellos por blasfemar «de las majestades angélicas, cuando los ángeles, que son mayores en fuerza y en potencia, no pronuncian juicio injurioso contra ellos delante del Señor»? (2 Pedro 2:10-11, LBLA).
¡No señores! Dios no solo está aleccionando al mundo. Ante todo, Dios está corrigiendo a su pueblo. La confianza de los verdaderos creyentes saldrá fortalecida, la sana doctrina quedará reivindicada. Pero, ¿Donde quedarán los que han creído en la mentira? ¿A quién acudirán aquellos que han aceptado como auténticas las imitaciones baratas del Evangelio? ¿Podrá sostenerse en pie la soberbia del mundo evangélico? El tiempo lo dirá. Pero las lecciones que no se aprenden a la primera se nos repiten una y otra vez.
Sí señores, el juicio ha empezado. Y empezará por la casa de Dios:
Muy buena reflexión .
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Creo que este proceso es para que nosotros como iglesia de Cristo reflexionemos y enmendemos. Ojalá esto me sirva y sirva a toda la iglesia…
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Excelente articulo… doloroso… a nadie nos gusta que nos digan lo que hacemos mal… pero el que te ama te dice la verdad… humildad hermanos y obediencia, no sacrificios… bendiciones 🙏🏻🙏🏻
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Que fuerte pero que cierto además u no tan solo en la comunidad pentecostal sino en tantas comunidades , pero como San Juan nos recuerda en una de sus cartas , DIos es Amor y está siempre presto a perdonarnos , la pregunta es , estaremos o seremos capaces de llegar a él , humildes a pedir su perdón o nuestra soberbia será aún grande para ello? A todos los cristianos de Diferentes comunidades es tiempo hoy más que nunca de Mostrar al próximo que DIOS es Amor.
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Dices, me odies después de esto…
Yo para nada, es mas, me a sorprendido gratamente, soy creyente 26 años cristiano evangélico y tienes mucho de bueno en lo q compartes…
Soberbia evangélica…esta bueno!
Yo me reúno con remar org. ONG. Muy conocida en el mundo…seguro que conocerás y veo que sin humildad, sin santidad, nada de nada…gracias por tus palabras…
Te pregunto/ porque es tan difícil que las iglesias estén más unidas en la práctica?…será que corremos todos a nuestras propias iglesias localistas con intereses egoístas?..yo les llamo iglesias/ celda, cada una a lo suyo. Gracias…seguro que de todo esto saldrá una predica* ánimo!
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Es excelente este artículo,y hace varios días vengo siendo confrontado por la palabra por mí decadencia espíritual creo que es hora de buscar a Dios o simplemente abondonar al señor,digo esto por qué es hora de elegir o servimos al señor o nos vamos de cabeza al mundo no se puede estar a medias,y ese es problema en la iglesia muchas personas que ardieron en el fuego del Espíritu simplemente se enfriaron,otros nunca llegaron a experimentarlo,tal es mí caso nunca he estado envuelto por el poder de Dios y creo que esto es lo que quiere el señor,que volvamos al cristianismo de la iglesia primitiva,a la búsqueda de Dios a lo secreto.
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De corazón deseo que su decisión sea afirmarse en el Señor, no abandonarlo. Bendiciones amado hermano.
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