Reflexión Teológica, Teología

El Dios que es capaz de sufrir

La misericordia de Cristo no es una gracia barata, no supone la banalización del mal. Cristo lleva en su cuerpo y en su alma todo el peso del mal, toda su fuerza destructora. El día de la venganza y el año de la misericordia coinciden en el misterio pascual, en Cristo, muerto y resucitado. Esta es la venganza de Dios: él mismo, en la persona del Hijo, sufre por nosotros. Cuanto más quedamos tocados por la misericordia del Señor, más solidarios somos con su sufrimiento, más disponibles estamos para completar en nuestra carne “lo que falta a las tribulaciones de Cristo.

Cristología, Neumatología, Teología

Asombrados ante la eternidad de Dios

El sol y los cuerpos celestes continúan en sus órbitas siglo tras siglo. Las estaciones vienen y van en su tiempo programado; los árboles producen hojas en primavera y las pierden en el otoño. Año tras año estas cosas continúan, y nadie puede detenerlas o alterar el plan de Dios. Todo esto da fe del eterno poder de Dios y Su plan para la tierra. Un día, Él creará un nuevo cielo y una tierra nueva y ellos, como Él, continuarán hasta la eternidad. Nosotros que pertenecemos a Cristo a través de la fe, continuaremos también por la eternidad, compartiendo la eternidad de nuestro Dios a cuya imagen fuimos creados.