Apostasía, Catolicismo, Evangelicalismo, LGBTI, Vida Cristiana

El día en que los católicos nos recordaron como ser cristianos

Por Fernando E. Alvarado

Cuando los protestantes norteamericanos acusan a los evangélicos en Latinoamérica de no enseñar un Evangelio Completo, o cuando afirman que Latinoamérica necesita ser re-evangelizada porque los latinos hemos hecho mal las cosas y necesitamos que los anglosajones nos enseñen como ser cristianos, no puedo evitar ver la hipocresía detrás de sus palabras. Pareciera que ni siquiera son conscientes que hay algo que se pudre, como una llaga maloliente y supurante, en el corazón del evangelicalismo norteamericano. Jamás pensé ver el día en que los católicos nos enseñaran a los evangélicos lo que significa ser fiel a los principios y defender la fe. ¡Ahora lo he visto!

¿Por qué digo esto? ¿Sabías que Bethany Christian Services, la agencia de adopción evangélica más grande de EE. UU. Ondea ahora la bandera arcoíris? Sí, leíste bien. El pasado lunes dicha agencia anunció que, con vigencia inmediata, comenzaría a brindar servicios de adopción a padres LGBTQ en todo el país. Según The New York Times, Chris Palusky, presidente y director ejecutivo de la organización afirmó “Ahora ofreceremos servicios con el amor y la compasión de Jesús a los muchos tipos de familias que existen hoy en nuestro mundo”, escribió Palusky. “Estamos adoptando un enfoque de ‘manos a la obra’ en el que todos son bienvenidos” (https://www.nytimes.com/2021/03/01/us/bethany-adoption-agency-lgbtq.html).

¿Piadoso? ¿Inclusivo? ¿Una muestra de amor cristiano? Absolutamente no. Pero pareciera que cuando deseas que algo pecaminoso y prohibido por las Escrituras sea aceptado en el seno de la iglesia, lo único que debes hacer es disfrazarlo de amor, tolerancia e inclusión. La verdad de Dios, sin embargo, no depende de nosotros ni cambia con las épocas. Es eterna. Y aunque el pecado sea legal y la sociedad lo llame derecho, no deja de ser pecado.

Lo que resulta verdaderamente perturbador en todo esto es que la decisión de Bethany Christian Services refleja simplemente el sentir y pensar de los evangélicos estadounidenses. Por ejemplo, cuando la agencia de ayuda evangélica World Vision anunció en 2014 que comenzaría a contratar cristianos en matrimonios del mismo sexo, la reacción de los donantes evangélicos fue tan feroz que el grupo revirtió la decisión en 48 horas (https://www.nytimes.com/2014/03/28/us/christian-charity-backtracks-on-gays.html). Hoy las cosas han cambiado y los cristianos evangélicos parecen estar amoldándose a la cultura y adoptando la ideología de género y la teología queer. De acuerdo con el Religion News Service: “Al tomar su decisión, Bethany encargó a Barna Group, una firma de encuestas cristianas, que averiguara las opiniones de los cristianos sobre las adopciones LGBTQ. Barna descubrió que el 55% de los cristianos dijo que la preferencia sexual no debería determinar quién puede acoger o adoptar, o que era mejor para los niños estar en un hogar LGBTQ que en hogares de acogida” (https://religionnews.com/2021/03/01/bethany-christian-services-to-allow-lgbtq-couples-to-adopt-foster-children/)

La encuesta también encontró que el 76% de los que se identificaban a sí mismos como cristianos estaban de acuerdo, hasta cierto punto, que sería mejor para las agencias cristianas cumplir con los requisitos gubernamentales que afectan a las personas LGBTQ que cerrar sus puertas. Después de todo ¿Acaso no se nos manda someternos a las autoridades? (Romanos 13:1). Sí, sin embargo, nuestra obediencia al Estado está supeditada a un principio mayor: La obediencia a Dios. En palabras de los apóstoles: “¡Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres!” (Hechos 5:29).

¿HACIA QUIÉN VA DIRIGIDA NUESTRA LEALTAD?

En nuestro patético intento por encajar en una sociedad cada vez más secular y anticristiana, los evangélicos hemos dado al César lo que sólo le pertenece a Dios: nuestra obediencia y lealtad absoluta (Lucas 20:25). Este ceder ante el mundo, este inclinarnos ante el mundo y sus exigencias, se está convirtiendo en un patrón desafortunado entre los cristianos al día de hoy. Pareciera más bien que estamos dispuestos a defender nuestras convicciones hasta que resulte costoso. Estamos dispuestos a tener principios hasta que implique perder algo de valor monetario, prestigio o aceptación. Luego, cuando nuestra conciencia nos acusa, la silenciamos considerando que nuestro proceder no solo está justificado, sino que es casi obligatorio si queremos conservar el poder o la influencia que tenemos ante el mundo.

Pudiera parecer que casi no hay ninguna convicción moral que los cristianos de hoy no estemos dispuestos a abandonar si creemos que el resultado final es justificado o nos traerá ganancia de algún tipo. Como si de una escena del Apocalipsis se tratase, el César nos ha pedido inclinarnos ante él y adorar su imagen so pena de exclusión, rechazo y ruina financiera (Apocalipsis 13:14-17). ¿El resultado? Muchos han caído de rodillas ante el sistema impío de este mundo y sus ideologías.

Nuestro mayor problema es que apelamos al pensamiento de moda, a la corriente fluctuante de este mundo, por aprobación y guía espiritual, cuando la verdad es que en lugar de consultar encuestas de opinión (como lo hizo Bethany Christian Services) deberíamos consultar la Palabra de Dios. Allí encontraríamos a Santiago diciéndonos: “Bienaventurado el hombre que persevera bajo la prueba, porque una vez que ha sido aprobado, recibirá la corona de la vida que el Señor ha prometido a los que lo aman” (Santiago 1:12). Escucharíamos a Pablo decirnos: “No nos cansemos de hacer el bien, pues a su tiempo, si no nos cansamos, segaremos” (Gálatas 6:9).

Mientras nosotros estamos cediendo, otros, a quienes solemos llamar “papistas idólatras”, nos están dando cátedra de cristiandad y valentía. La agencia St. Vincent Catholic Charities, otra agencia privada de colocación de niños, perteneciente a la Iglesia Católica, enfrentó la misma decisión que Bethany. La diferencia entre los dos grupos es que St. Vincent se negó a doblegarse ante un gobierno estatal opresivo e injusto. Debido a que el grupo católico se negó a dar marcha atrás, obtuvo una victoria temporal y mantuvo su credibilidad moral. Algo que la agencia evangélica no pudo mantener.

De este modo, St. Vincent Catholic Charities, al verse obligada a tomar una decisión que podría implicar incluso el cierre de sus operaciones, decidió mantener los principios y valores católicos en organizaciones benéficas antes que satisfacer las demandas de los revolucionarios morales que se han apoderado del Gobierno. ¡Qué catedra de valentía y firmeza a los principios bíblicos nos han dado!

¿CÉSAR O CRISTO?

Tal parece que los días en que se nos requerirá elegir entre servir a César o seguir a Cristo han vuelto. De hecho, están a la vuelta de la esquina. Aunque el mensaje del Apocalipsis suele verse en un contexto futurista, Apocalipsis contiene también un claro mensaje de denuncia política que no podemos ignorar, particularmente en una época como la nuestra en la cual los gobiernos humanos aspiran a un nivel de control nunca antes visto sobre la vida y la conciencia de sus ciudadanos.

Apocalipsis nos recuerda que detrás de todo imperio humano está Satanás (13:2,4). No hay duda: “el mundo yace bajo el poder del maligno” (1 Juan 5:19). Por eso, cualquier adoración al Estado y sus representantes es simple y llanamente culto satánico, como queda muy claro en 13:4, «y adoraron al dragón que le había dado autoridad a la bestia, y adoraron a la bestia». La descripción del imperio romano como una bestia y la ciudad capital como una ramera fue muy atrevida. Pero esa es la forma en que Dios ve a los gobiernos humanos. Como bestias sedientas de poder y dominio desmesurado.

Pero la crítica del imperio en el Apocalipsis va más allá de sólo llamarlo bestial; ¡lo llama satánico! «El dragón [Satanás] le confirió a la bestia su [propio] poder, su reino y gran autoridad» (13:2). ¡Es el diablo quien manipula los imperios humanos para hacer avanzar su agenda en el mundo! Pablo afirma que Dios ha establecido el hecho del gobierno para defender al justo y castigar al injusto (Rom 13:1-4), pero en el Apocalipsis Juan aclara que, muy frecuentemente, los gobiernos humanos castigan al justo y defienden al injusto. Y por lo mismo, el culto al Estado, esa ciega obediencia al Estado y sus decretos inmorales que tanto atrae a los evangélicos de hoy, no es otra cosa sino culto a Satanás (Ap. 13:4).

Muchos grupos evangélicos han caído en el juego del mundo y, a la imagen y semejanza de la segunda bestia del Apocalipsis, con su linda cara de cordero, que disfraza su verdadera naturaleza diabólica (Apocalipsis 13:11-18), estos grupos “cristianos” ejercen la función de falsos profetas, promoviendo una «teología oficial del Estado» dentro del Cuerpo de Cristo, una teología herética que provee un excelente ministerio de propaganda para el establecimiento del sistema inmoral y anticristiano predicho para los últimos días.

¡LOS TIEMPOS DE APOSTASÍA HAN LLEGADO!

Pero la apostasía no solo está afectando nuestras ONG´s cristianas. Nuestras mismas denominaciones están siendo contaminadas por la apostasía y el fuego extraño arde sobre el altar del Señor. Denominaciones enteras serán arrastradas hacia esta escala descendente de degradación moral. ¿No me crees? Para muestra un botón. La Iglesia Metodista Unida se prepara para el cisma a nivel mundial que probablemente se hará efectivo en la próxima Conferencia General. ¿La razón? En Europa, las iglesias metodistas como las de Noruega y el Reino Unido han mostrado una predisposición a adoptar una posición teológicamente liberal en términos de sexualidad humana. En los Estados Unidos, más de cien iglesias metodistas han adoptado una postura claramente pro-LGTBI. Sí, los mismos metodistas que en otro tiempo fueron heraldos de la santidad. ¡Wesley seguro seguro se revolvería en su tumba si viera en qué se han convertido muchos de sus seguidores!

Pero los metodistas (o muchos de ellos) nos son los únicos que han traicionado la fe. Distintos movimientos cristianos en todo el mundo han permitido las uniones homosexuales. Entre las principales iglesias destacan las de tradición luterana, anglicana y congregacional (Sí, los que antes se llamaban “puritanos”).

Y los fieles cristianos, aquellos que se mantendrán de pie y no doblarán su rodilla ante Baal y el César ¿Dónde están? Para la gloria de Dios siempre habrá un remanente. Un remanente escogido por gracia (Romanos 11:5). No dudamos que esta ola de inmoralidad, corrupción y rechazo hacia los valores bíblicos pronto se extenderá por Latinoamérica. Ya empezó a hacerlo. Lo importante aquí es ¿Eres parte de ese remanente que sacrificará bienes, negocios, prestigio, dinero y honor mundano por la causa de Cristo? ¿O eres de aquello que doblarán su rodilla ante el César y su imagen?

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