Por Fernando E. Alvarado
«En ese día el lobo y el cordero vivirán juntos, y el leopardo se echará junto al cabrito. El ternero y el potro estarán seguros junto al león, y un niño pequeño los guiará a todos. La vaca pastará cerca del oso, el cachorro y el ternero se echarán juntos, y el león comerá heno como las vacas. El bebé jugará seguro cerca de la guarida de la cobra; así es, un niño pequeño meterá la mano en un nido de víboras mortales y no le pasará nada. En todo mi monte santo no habrá nada que destruya o haga daño, porque así como las aguas llenan el mar, así también la tierra estará llena de gente que conocerá al Señor.» (Isaías 11:6-9, NTV)
Hoy en día muchos creen que ser evangélico equivale a ser dispensacionalista, pero eso no es cierto. El dispensacionalismo es de reciente creación y es apenas una corriente más dentro del pensamiento cristiano. De hecho, el dispensacionalismo es relativamente nuevo y puede trazar sus orígenes apenas hasta el siglo XIX. Se reconoce como el fundador, o al menos el más exitoso impulsor del sistema, al inglés John Nelson Darby (Westminster, 1800-1882), seguido por los norteamericanos C.I.Scofield (1843-1921, autor de la “Biblia de referencia” o “Anotada por Scofield”), y Lewis Sperry Chafer (1871-1952), autor de una Teología sistemática basada en el Dispensacionalismo. Ambos libros se transformaron rápidamente en referencia para el sector evangélico que se adhería a este sistema de interpretación, y expandieron su influencia en los Estados Unidos y el resto del mundo. Sin embargo, ¿sabías que la iglesia primitiva no era dispensacionalista?
LA IGLESIA PRIMITIVA SOSTUVO EL PREMILENARISMO HISTÓRICO O CLÁSICO
El punto más impactante en la escatología de la edad pre-nicena es el prominente quiliasmo o premilenarismo histórico, que es la creencia en un reino visible del Cristo glorificado sobre la tierra con los santos resucitados por un período de mil años y antes de la resurrección general y juicio final. El Premilenialismo Histórico o Clásico es distintivamente no Dispensacional. Esto significa, entre otras cosas, que no ve distinción teológica radical entre Israel y la Iglesia. A menudo se perfila como post-tribulacional, lo cual significa que el arrebatamiento de la iglesia ocurrirá luego de un período de tribulación. El Premilenarismo Histórico se adhiere a la creencia de que la Iglesia será arrebatada para recibir a Jesús en el aire y de inmediato escoltarlo a la tierra, a fin de establecer su gobierno de mil años literales.
El premilenialismo histórico fue la doctrina creída por los primeros cristianos durante los tres primeros siglos de la era cristiana. Muchos de los padres de la iglesia y distinguidos eruditos como Bernabé, Papías, Justino Martir, Ireneo, Tertuliano, Metodio, Lactancio, Hipólito y otros, enseñaron clara y abiertamente que habrá un reino de Dios visible sobre la tierra después del retorno de Cristo. El premilenialismo histórico enseña que el anticristo aparecerá en la tierra y los siete años de tribulación comenzarán. Luego, seguirá el arrebatamiento, y entonces Jesús y su iglesia regresarán a la tierra para gobernar durante mil años. Los fieles pasarán la eternidad en la nueva Jerusalén.
Cuando el cristianismo se convirtió en la religión oficial de Roma en el siglo IV, muchas cosas comenzaron a cambiar, entre esas la aceptación del premilenialismo histórico. El amilenialismo pronto se convirtió en la doctrina predominante de la iglesia católica romana. Más adelante, las iglesias reformadas (aunque no todas) heredaron de Roma su escatología amilenial, apartándose de la fe primitiva.
EL PREMILENARISMO HISTÓRICO HALLA SU FUNDAMENTO EN LA LITERATURA JUDÍA TEMPRANA ASÍ COMO EN LA FE HISTÓRICA DE LA IGLESIA
Existe literatura judía temprana que alude a un reino mesiánico temporal previo al estado eterno, como IV Esdras 12:34, II Baruc 24:1-4; 30:1-5; 39:3-8; 40:1-4; Jubileos 1:4-29 y 23:14-31. La creencia judía en una era mesiánica terrenal transitoria continuó expandiéndose durante y más allá del tiempo de la redacción del libro del Apocalipsis.
Justino Martir en el Siglo II fue uno de los primeros escritores cristianos que declaró concordar con la creencia judía de un reino mesiánico temporal previo al estado eterno. En sus ideas escatológicas, Justino comparte los puntos de vista premileniales respecto al reino de Dios. Él insiste en un distintivo premilenial, a saber, que habrá dos resurrecciones, una de los creyentes antes del reino de Cristo y luego una resurrección general más adelante.Justino escribió en el capítulo 80 de su obra Diálogo con Trifo:
“Yo y otros cristianos en nuestros justos juicios estamos convencidos de que habrá una resurrección de muertos, y un bloque de mil años en Jerusalén que luego será erigido… porque Isaías habló en esos términos respecto a este período de mil años”.
Ireneo (130-202), el otrora Obispo de Lyon en el siglo II, fue un premilenialista declarado. Es mejor conocido por sus tomos voluminosos escritos contra la amenaza gnóstica del segundo siglo, comúnmente conocido como Contra Las Herejías. En el quinto libro Contra Las Herejías, Ireneo se concentra primordialmente en escatología. En un pasaje él defiende el Premilenialismo al argüir que un futuro reino terrenal era necesario por causa de la promesa de Dios a Abraham. En otra porción Ireneo también explica que la bendición a Jacob “pertenece incuestionablemente a los tiempos del reino cuando los justos llevarán espada luego de levantarse de entre los muertos”.
Muchos de estos teólogos y otros de la iglesia primitiva expresaron su creencia en el Premilenialismo por medio a su aceptación de la tradición sexta-septimilenial. Esta postura aduce que la historia humana continuará por 6000 años y luego disfrutará de un sabático de 1000 años (el reino milenial), de ese modo toda la historia humana consistirá de un total de 7000 años previo a la nueva creación.
El cristianismo histórico tiene un marcado énfasis premilenial y este va más allá de la iglesia primitiva. Entre los proponentes modernos de esta postura se encuentran Charles H. Spurgeon, George Eldon Ladd, Francis Schaeffer y Albert Mohler.
El Premilenialismo Histórico es distintivamente no dispensacional. Esto significa que no ve distinción teológica radical entre Israel y la Iglesia. A menudo se perfila como postribulacional, lo que significa que el arrebatamiento de la iglesia ocurrirá luego de un período de tribulación. Esta postura enseña que la Iglesia será arrebatada para recibir a Jesús en el aire y de inmediato escoltarlo a la tierra, a fin de establecer su gobierno de mil años literales. A grandes rasgos, el premilenarismo histórico se caracteriza por las siguientes afirmaciones:
• El premilenialismo histórico enseña que la iglesia estaba en la anticipación de la profecía del Antiguo Testamento. De este modo, la Iglesia de la era del Nuevo Testamento es la fase inicial del reino de Cristo como fuese profetizado por los profetas del Antiguo Testamento. Puesto que la época actual de la gracia se predijo en el Antiguo Testamento. La época actual no fue inesperada y, por lo tanto, no es, en ninguna manera, un «gran paréntesis» que se introdujo en la historia porque los judíos rechazaron el reino.
• El premilenialismo histórico enseña acerca de un milenio después de la segunda venida de Cristo, pero no está muy preocupado con la clasificación de otras épocas de la historia. Por eso, a diferencia del dispensacionalismo, el premilenarismo histórico no enseña siete divisiones del tiempo.
• El premilenialismo histórico es post-tribulacionista. La ubicación del arrebatamiento en relación a los otros eventos, es una de las principales diferencias entre el premilenialismo histórico y el dispensacionalismo premilenial.
• El punto de vista premilenial del fin de los tiempos afirma que la biblia contiene muchas profecías sobre el futuro, donde el Nuevo Testamento habla de manera extensamente sobre el retorno de Jesús a la tierra. Mateo 24, mucho del libro del Apocalipsis, y 1 Tesalonicenses 4:16-18, son las más evidentes referencias de la segunda venida.
• La Iglesia al final no tendrá éxito en su misión de discipular a todas las naciones a medida que la maldad crezca mundialmente hacia el final de la era eclesiástica, la llegada de la gran apostasía y el advenimiento del Anticristo. El cristianismo bíblico será rechazado por el mundo y esto traerá persecución sobre la Iglesia, la cual atravesará la Gran Tribulación, un tiempo de prueba mundial sin precedentes que marcará el cierre de la historia contemporánea.
• Generalmente, todas las creencias premilenialistas enseñan que la tribulación es seguida por mil años de paz cuando todos vivan bajo la autoridad de Cristo.
• Cristo retornará al final de la Tribulación a arrebatar a la Iglesia, a resucitar a los santos fallecidos y al juicio de los justos en “un abrir y cerrar de ojos”. Cristo luego descenderá a la tierra con Sus santos glorificados, peleará la batalla del Armagedón, atará a Satanás y establecerá un reino político mundial que será personalmente administrado por Él por 1,000 años desde Jerusalén. Al final del milenio (Ap. 20:3-8), Satanás será suelto y se materializará una rebelión masiva contra Cristo, contra Su reino y contra Sus santos. Dios interviene con álgido juicio para librar a Cristo y a Sus santos. La resurrección y juicio de los malvados se lleva a cabo e inicia el estado eterno.
Hoy por hoy, el premilenialismo histórico es un sistema de la escatología que tiene apoyo en la comunidad protestante. Muchos creyentes, al redescubrir la fe histórica del cristianismo, están abrazando nuevamente el premilenarismo histórico. Incluso dentro del dispensacionalismo muchos van abandonando, gradualmente, ciertas ideas erróneas y adoptando una postura cada vez más acorde con el pensamiento premilenarista histórico. Esta tendencia puede verse, por ejemplo, en el dispensacionalismo progresivo.
La proliferación de los medios masivos de comunicación y la accesibilidad y disponibilidad de recursos, blogs, foros y herramientas de estudio bíblico nos dan oportunidades nunca antes vistas. Hay que aprovechar estos recursos. Esto facilita el que se pueda apreciar la riqueza teológica y las creencias originales del cristianismo, creando un espacio donde ya no más cobran fuerzas o se perpetúan las posiciones teológicas erróneas como el dispensacionalismo, que se solían defender a capa y espada dentro de muchas denominaciones. Los cristianos.en general, y los pentecostales en particular, necesitamos tener un acercamiento cauteloso al texto bíblico (sin duda también influido por la guianza del Espíritu Santo). Asimismo, necesitamos profundizar aún más en nuestro estudio de la fe histórica del cristianismo. Solo así podremos librarnos de innovaciones teológicas pseudo eruditas y anti bíblicas.