Por Fernando E. Alvarado
En muchas páginas de Facebook, blogs y grupos pentecostales circula la noticia: “Robert Menzies fue expulsado de las Asambleas de Dios”. La farándula cristiana se alista para su casi morbosa expectación por difundir esta noticia y poder expresar su críticas, apoyo o desacuerdo hacia la decisión de las Asambleas de Dios de Estados Unidos. Y es que para muchos la decisión de la denominación estadounidense ha sido por demás sectaria, una muestra (según algunos) de intolerancia hacia quien piense distinto o se atreva a expresar desacuerdo. ¡Incluso muchos que no tienen arte ni parte dentro de la denominación o conocen su reglamento interno se apresuran a emitir juicio! El propio Menzies confirmó dicha noticia en su boletín oficial Middle Kingdom Memoirs from Bob & Joanne Menzies. En dicho boletín, el hermano Menzies declara:
“Mi libro, The End of History: Pentecostals and A Fresh Approach to the Apocalypse, ha generado más interés del que anticipé, la mayor parte del cual ha sido positivo. El libro ya está siendo traducido al español y portugués. También he recibido correos electrónicos de muchos pastores de las Asambleas de Dios agradeciéndome por escribir el libro… Sin embargo, también ha habido reacciones negativas. Lo que es más importante, el Presbiterio Ejecutivo de las Asambleas de Dios de los EE. UU. ha determinado que mi libro, que exige un enfoque más amplio para escatología dentro de los círculos asambleístas, es problemático. El 13 de octubre de 2022 me reuní con cinco líderes denominacionales de las Asambleas de Dios, incluidos tres Presbíteros Ejecutivos (EP)… Salí de esa reunión con un gran respeto por el grupo y un aprecio por nuestra confraternidad. Estoy agradecido de haber tenido la oportunidad de hablar y por el general ambiente de respeto y amor fraterno que caracterizó el encuentro. Estaba claro que todos deseaban hacer lo que es mejor para la iglesia en general. En esta reunión me pidieron que escribiera una carta explicando mis razones por escribir el libro… La carta […] y presumiblemente mi libro fueron revisados y discutidos en una reunión del Presbiterio Ejecutivo el 15 y 16 de noviembre de 2022. Los Ejecutivos determinaron que mi libro violó los estatutos de las Asambleas de Dios y, como resultado, revocaron mis credenciales como ministro de las Asambleas de Dios. Dado que mis puntos de vista escatológicos son compatibles con las declaraciones doctrinales de las Australian Assemblies of God y The Pentecostals Assemblies of Canada (PAOC), puedo buscar la ordenación dentro de uno de estos grupos Sin embargo, sea cual sea el camino hacia la ordenación que ahora siga, es evidente que nuestra relación con The Assemblies of God World Missions (AGWM) se verá afectada.” [Robert P. Menzies, Newslettet, Diciembre, 2022]
A pesar de la lamentable noticia de su expulsión, Menzies es siempre respetuoso y conciliador con la denominación que lo acogió por décadas. Pero Menzies también sabe dónde está parado y de lo que habla. Como Menzies bien lo señala, a pesar de su imagen monolítica, las Asambleas de Dios en el mundo no poseen un cuerpo totalmente homogéneo de prácticas y creencias. Por ejemplo, en su apartado de escatología, la Declaración de Verdades Fundamentales de las Asambleas de Dios de Estados Unidos declara:
“La resurrección de los que han muerto en Cristo y su arrebatamiento junto con los que estén vivos cuando sea la venida del Señor es la esperanza inminente y bienaventurada de la Iglesia (1 Tesalonicenses 4:16-17, Romanos 8:23, Tito 2:13, 1 Corintios 15:51-52) … La segunda venida de Cristo incluye el rapto de los santos, que es nuestra esperanza bienaventurada, seguido por el regreso visible de Cristo con sus santos para reinar sobre la tierra por mil años (Zacarías 14:5, Mateo 24:27, Mateo 24:30, Apocalipsis 1:7, Apocalipsis 19:11-14, Apocalipsis 20:1-6). Este reino milenario traerá la salvación de Israel como nación (Ezequiel 37:21-22, Sofonías 3:19-20, Romanos 11:26-27), y el establecimiento de una paz universal (Isaías 11:6-9, Salmo 72:3-8, Miqueas 4:3-4). Habrá un juicio final en el que los pecadores muertos serán resucitados y juzgados según sus obras. Todo aquel cuyo nombre no se halle en el Libro de la Vida, será confinado a sufrir castigo eterno en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda, junto con el diablo y sus ángeles, la bestia y el falso profeta (Mateo 25:46, Marcos 9:43-48, Apocalipsis 19:20, Apocalipsis 20:11-15, Apocalipsis 21:8) «Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia» (2 Pedro 3:13, Apocalipsis 21:22).” [ Las 16 Verdades Fundamentales de las Asambleas de Dios, disponible en: https://ag.org/es-ES/Creencias/Declaraci%C3%B3n-de-verdades-fundamentales- ]
Las Asambleas de Dios de México, por otro lado, afirman:
“Creemos que el arrebatamiento de la Iglesia ocurrirá cuando Jesucristo regrese por los suyos, en ese momento los que hayan muerto siendo salvos serán resucitados primero y trasladados junto con aquellos creyentes que se encuentren vivos, para estar con el Señor por la eternidad. Este acontecimiento puede ocurrir en cualquier momento y será antes de la gran tribulación…. Creemos que la segunda venida de Cristo en gloria será cuando el Señor regrese con sus santos a la tierra para establecer su reinado físico y visible por mil años. Este reino milenial traerá paz universal y el cumplimiento de las promesas hechas a Israel en el Antiguo Testamento… Creemos que el juicio final será para todos los impíos que rehusaron aceptar a Jesucristo. Ellos, junto con Satanás y los ángeles caídos, serán arrojados al lago de fuego donde estarán por la eternidad… Creemos que habrá cielos nuevos y tierra nueva, donde morará la justicia. Allí vivirán todos los santos por la eternidad.” ( Síntesis de la Declaración de Fe de las Asambleas de Dios de México, disponible en: https://www.asambleasdedios.mx/html/nosotros.html )
Aunque la declaración de las Asambleas de Dios de Estados Unidos es un poco ambigua (algunos ven en ella dispensacionalismo, otros premilenarismo histórico), la mexicana no deja espacio a dudas: el dispensacionalismo es más que evidente en dicha declaración o síntesis de creencias. Algo distinto ocurre con las Asambleas de Dios de Canadá (The Pentecostals Assemblies of Canada), la cual afirma:
“Nuestra gran esperanza es el inminente regreso de Cristo en el aire para recibir a los suyos, tanto a los vivos que serán transformados, como a los muertos en Cristo que resucitarán corporalmente (1Tes 4:14-17; 5:1-2). Cristo completará en su segunda venida la restauración comenzada cuando inició el reino de Dios en su primera venida (Mat 13:24-41; Apoc 11:15-17; Hechos 1:6-7; 3:20-21; Rom 11:25-27). Cristo liberará a la creación de la maldición, cumplirá el pacto de Dios con Israel, y derrotará a todos los poderes que se oponen a Dios (Rom 8:19-21; 1 Cor 15:20-26). Toda rodilla se doblará y toda lengua confesará que Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre (Fil 2:10-11; Isa 45:23). En última instancia, Dios juzgará a los vivos y a los muertos (Hechos 10:42; 1 Pedro 4:5). Tal juicio es la respuesta misericordiosa de Dios al clamor de la humanidad porque prevalezca la justicia en toda la tierra y es consistente con el carácter de Dios como amoroso, santo y justo (Mal 2:17-3:1; Apoc. 6:9-11). Los no redimidos irán al castigo eterno, más los redimidos a la vida eterna (Mat 25:46; Dan 12:1-2). Los redimidos gozarán de la presencia de Dios donde no habrá más muerte ni tristeza ni llanto ni dolor (Isa 25:8-12; Apoc 21:3-4). Amén. ¡Ven, Señor Jesús! (Apoc 22:20).” [ The Pentecostal Assemblies of Canada, Statement of Essential Truths, Amended by General Conference, May 2022 ]
Resulta evidente que la declaración canadiense deja un amplio margen de aceptación para el amilenialismo. Esto también puede decirse de las Asambleas de Dios australianas (Australian Christian Churches), las cuales afirman:
“Creemos y esperamos el retorno inminente y personal de Jesucristo para reunir a su pueblo a sí mismo y juzgar a vivos y muertos. Su reino no tendrá fin. Creemos en la resurrección del cuerpo. Todo el que cree en Jesucristo, tendrá vida eterna en la presencia de Dios; los que lo rechazan tendrán eterna separación de Dios. Es el llamado de todos los creyentes a proclamar el mensaje de Jesucristo hasta su regreso.” [ THE DOCTRINAL BASIS OF THE AUSTRALIAN CHRISTIAN CHURCHES (ASSEMBLIES OF GOD IN AUSTRALIA), disponible en: https://www.acc.org.au/about-us/doctrinal-basis/ ]
La ambigüedad de tales declaraciones (canadiense y australiana) permiten la adopción del amilenialismo sin ninguna dificultad, de ahí que Menzies considere la posibilidad de solicitar la ordenación dentro de dichas denominaciones nacionales. Y es que Las Asambleas de Dios no son una denominación dirigida desde los Estados Unidos (su lugar de origen); es más bien un grupo de más de 144 agrupaciones nacionales de iglesias autónomas y autogobernadas que juntas forman la denominación pentecostal más grande del mundo, aglutinada dentro de la llamada Fraternidad Mundial de las Asambleas de Dios. Las Asambleas de Dios son una familia de denominaciones, y en toda familia hay diversidad de pensamientos. ¡Incluso las mismas Asambleas de Dios de Estados Unidos podrían cambiar de opinión algún día como lo han hechos sus hermanos de Australia y Canadá!
No puedo más que sentir cierta simpatía y admiración hacia Robert Menzies. ¡Su valentía al expresar libremente y sin temor su postura, y ser fiel a su conciencia y entendimiento de la palabra (ya sea que lo consideremos correcto o no), es admirable! Y aunque rechazo el amilenialismo tampoco me adhiero al dispensacionalismo. Me mantengo dentro de la tradición quiliasta o premilenarista histórica pero reconozco que la escatología es un tema secundario, sino de tercer orden. Cristo viene y punto. Como Menzies también lo señala en su carta dirigida al Presbiterio de las Asambleas de Dios (una carta que por cierto es muy emotiva y conciliadora, aunque franca y directa, cuyo texto íntegro podrás leer en La Aventura de Componer), ni el dispensacionalismo, y ni siquiera el pretribulacionismo, fue de forma absoluta la posición oficial de las primeras Asambleas de Dios. De acuerdo con Menzies, aún hoy, muchos pastores y teólogos de la denominación mantienen una postura diferente a la oficial. Algunos han llegado incluso a ocultar su postura original por temor a la sanción, por lo que el llamado de Menzies a mayor apertura, tolerancia y respeto es sin duda digna de ser tomada en cuenta:
“Existe un acuerdo generalizado de que muchos de nuestros ministros de las Asambleas de Dios no están enseñando ni predicando sobre el libro de Apocalipsis ni sobre temas escatológicos. Esto es muy triste, porque la Iglesia necesita desesperadamente escuchar esta importante dimensión de la Palabra de Dios. Aunque las razones de esta laguna son complejas, creo que la confusión y el miedo son causas centrales. Un grupo significativo de nuestros ministros no sienten que puedan discutir estos asuntos abiertamente por temor a ser disciplinado. Entonces, sus preguntas nunca son respondidas y permanecen en silencio… En esta carta me gustaría resaltar dos características de mi libro que a menudo se malinterpretan. Primero, en este libro No estoy exigiendo ni llamando a los ministros de las Asambleas de Dios a estar de acuerdo con mi lectura de Apocalipsis y mi inclinaciones escatológicas. Por el contrario, en este libro simplemente apelo a mis líderes y colegas de las Asambleas de Dios para que adopten un enfoque más flexible e inclusivo con respecto a nuestra escatología. no le pido a nadie desechar o cambiar sus creencias y aceptar las mías. Simplemente pido que, como confraternidad, consideremos lo que puede de hecho sea el caso: ¿No hay hoy muchos dentro de nuestra comunidad (especialmente entre los ministros más jóvenes) que tienen puntos de vista escatológicos que están en tensión con el enfoque dispensacional premilenial que dominó nuestro fraternidad cuando se escribió por primera vez la Declaración de Verdades Fundamentales? ¿Acaso no se encuentran otros puntos de vista con respecto a la escatología, como el premilenialismo histórico y el amilenialismo, también enraizados en principios razonables e interpretaciones ampliamente sostenidas de los textos bíblicos clave?” [Robert P. Menzies, Newslettet, Diciembre, 2022]
¡Dios bendiga a Menzies donde quiera que elija trabajar de ahora en adelante, ya sea en las Asambleas de Dios o fuera de ellas! ¡Oramos por su éxito y le bendecimos como a un hermano en Cristo! ¡Qué esa buena actitud y ese deseo de apegarse a las Escrituras le acompañen siempre! Sin embargo, a aquellos que hoy, sin conocimiento pleno de los reglamentos de las Asambleas de Dios se muestran indignados por tal decisión, y satanizan a la denominación estadounidense por tal acto, quiero llamarles la atención a algo que quizá estén pasando por alto. Sí. Están en su derecho a sentirse indignados, pero deben considerar lo siguiente: Al aceptar nuestro llamado al ministerio, cada uno de nosotros que poseemos credenciales de las Asambleas de Dios (al igual que Robert Menzies) adquirimos ciertos compromisos con la denominación que nos ordena o consagra al ministerio. Variará sin duda de país a país, pero a la larga buscará lo mismo. Parte de ese compromiso, que en mi país, El Salvador, se denomina “Mi Pacto con Dios”, reza:
“Seré siempre fiel a nuestra Conferencia (Concilio), manteniendo la más estrecha cooperación y armonía con los oficiales y cuerpo ministerial, evitando toda propaganda y contradicciones rencillosas a fin de evitar divisiones en el seno de la obra… Seré fiel en mantener las doctrinas… insertadas en nuestra Constitución y en nuestro Reglamento… rechazando toda enseñanza ajena y contraria…” (Mi Pacto con Dios y con la Conferencia Evangélica de las Asambleas de Dios, El Salvador)
Tal requerimiento de lealtad a las enseñanzas de la denominación es similar para los pastores y demás ministros credenciados de las Asambleas de Dios alrededor del mundo. Y en el caso de Menzies, la advertencia por parte de las Asambleas de Dios de Estados Unidos era aún más clara:
“El Concilio General de las Asambleas no aprueba de la enseñanza amilenaria y la errónea filosofía que la acompaña que niega el hecho de un reino literal de Cristo en la tierra que durará mil años, y lo substituye con la teoría de que esta dispensación cristiana o de la iglesia es el milenio espiritual del que, dicen sus proponentes, profetizaron los escritores de la Biblia… Las credenciales están en peligro si se hace del asunto una controversia. Recomendamos que los ministros que se adhieren a cualquiera de los errores antes mencionados se refrenen de enseñarlos o predicarlos. Si persisten en dar énfasis a estas doctrinas hasta el punto de hacerlas un punto de controversia, su lugar en la Fraternidad se verá seriamente afectado (Lucas 21:34-36; 1 Tesalonicenses 5:9,10; 2 Tesalonicenses 1:4-10; Apocalipsis 3:10,19,20).” [Constitución y Reglamento Interno del Concilio General de las Asambleas de Dios de Estados Unidos, pp. 86-87]
Menzies sin duda fue muy valiente, pero también consciente de lo que ocurriría al publicar su libro. ¡Él sabía lo que podía ocurrir y aún así eligió hacerlo! Y guerra avisada no mata soldados. Debido su peso teológico e influencia en la denominación, más de alguno estaría dispuesto a escuchar sus propuestas y aceptarlas. Esto podría, aun cuando no fuese el propósito del hermano Menzies (y dudo que lo fuera), causarle problemas a la denominación. Las autoridades de las Asambleas de Dios en Estados Unidos lo saben y actuaron en consecuencia. Ni satanizar a las Asambleas de Dios ni exagerar en la victimización de Menzies son la respuesta (dudo que él mismo se vea como víctima de una decisión que el mismo pensó bien antes de tomar). Por otro lado, él no ha sido expulsado de la denominación. Las Asambleas de Dios no contemplan la excomunión como castigo. Simplemente sus credenciales como ministro y representante oficial de la denominación le fueron retiradas, lo cual ya Menzies debió anticipar con la publicación de su libro. Menzies actuó con valentía y en concordancia con su propia conciencia y entendimiento de la Palabra ¡Lo aplaudo! Las Asambleas de Dios también actuaron conforme a su Reglamento Interno. Francamente, creo que la mayoría de las denominaciones establecidas e iglesias independientes hubieran hecho lo mismo con cualquiera que declarara públicamente su rechazo de una doctrina incluida en su declaración de fe. Menzies no es un hereje ni las Asambleas de Dios lo han declarado como tal. El sigue siendo un hermano en Cristo y puede continuar siendo parte de las Asambleas de Dios de Estados Unidos si así lo desea, aunque no como ministro. Incluso puede solicitar su ordenación como ministro de las Asambleas de Dios en Canadá (PAOC) o Australia (ACC).
Sí, las Asambleas de Dios le retiraron las credenciales de ministro ordenado a Robert Menzies. Pero esto no es una excomunión de la denominación. Más allá de que tal decisión nos parezca extrema, o hasta sectaria e incorrecta, las Asambleas de Dios estaban en su derecho. ¡Y también los felicito por su firmeza en defender lo que ellos creen que es la sana doctrina! Sin duda es algo que le ha faltado a muchas denominaciones que han transigido ante cualquier cambio que se les ha propuesto aún a costa de sus propias declaraciones de fe y valores originales! Nadie está obligado a quedarse donde su fe y su conciencia se lo prohíban! Pero tampoco una denominación está obligada a traicionar lo que cree correcto.
¡Dios bendiga a Robert Menzies y lo respalde siempre! ¡Dios bendiga a las Asambleas de Dios!