Teología, Teología del Pacto

El Pacto Evangélico de Misericordia (el pacto de redención y el pacto de gracia)

En el principio. Dios estableció un pacto con el hombre. Las partes de este pacto fueron Dios y Adán. La promesa del pacto era la vida. La condición era la obediencia perfecta de Adán, y la penalidad ante el fracaso era la muerte. Adán fracasó en el cumplimiento del pacto de obras, por lo que Él, en su calidad de cabeza federal de la humanidad, trajo para sí y para su descendencia, la condena de exclusión y muerte eterna. Para salvar al hombre del castigo debido a su desobediencia, un segundo pacto hecho desde la eternidad entró en efecto, llamado el pacto de gracia.